MARATHON DES SABLES

Debats: "Fui madre hace cuatro años y ahora la mejor del mundo"

Ragna Debats nació en Nimega (Holanda) en 1979 y se ha proclamado campeona de la Marathon des Sables, . Pudo ser olímpica en doma clásica, pero hace diez años le dio por correr.

¿Qué supuso ganar la Marathon des Sables?

Es una prueba muy importante, no es un Mundial pero es muy conocida y tiene la fama de ser la más dura del mundo. Al correr por el desierto, entre dunas y arena, es distinto al resto de ultras por la montaña. Viví una experiencia muy completa, aunque no puedes tenerlo todo calculado.

¿A qué se refiere?

Primero está la convivencia. Compartes jaima y no conoces a todo el mundo. La condiciones son precarias. Para que se haga una idea, no llevaba papel higiénico. Luego, está el plan de carrera. Tenía calculado correr las tres primeras etapas al 70% y apretar en la cuarta para acercarme al top-ten general. Pero no pudo ser así, porque durante la tercera etapa tuve problemas en la espalda debido al desajuste de la mochila: me daba golpes y me causó un dolor. Tuve que trabajar más la zona abdominal y eso me provocó vómitos y problemas digestivos. Además, me deshidraté, por lo que la cuarta etapa me la tuve que tomar con calma. Y, en la quinta, me sentía de nuevo con muchas fuerzas, acabé de correr y quería seguir.

Usted vive tranquilamente en Barcelona, tiene un trabajo y una hija. ¿Qué le lleva a este tipo de retos?

Muchos deportistas quieren auto superarse y probarse constantemente. Es mi caso. Nunca he evitado las dificultades, sino que las busco.

¿Y de dónde le sale esa motivación?

Nací siendo deportista. Lo llevo en mi interior, mi carácter es fuerte, soy tímida, pero soy muy dura. Con 19 años me fui de mi casa a Alemania y eso me demuestra que siempre fui valiente. Si miro atrás, mi camino está repleto de este atrevimiento.

Cactus, el perro que 'ganó' la Marathon des Sables

En la segunda jornada de la 4ª edición de la Marathon des Sables un perro llamado Cactus, que vivía cerca de las dunas de Mezourga, se unió a la expedición de la carrera. En el kilómetro 13 siguió a los corredores y fue uno más de la expedición que finalizó 175 kilómetros después la carrera, recibiendo también una medalla como corredor que logra llegar a la línea de meta. De hecho, y en plan jocoso, la organización bromeaba con la idea de que había ganado la carrera en la categoría de 'perros'. Después de esa etapa 2, los corredores lo adoptaron y le pusieron el nombre de Cactus, por lo que se convirtió en uno más de la expedición. Los participantes le dieron agua y comida, mientras que los médicos certificaron después de acabar la competición que se encontraba en perfecto estado. Las bromas recorrieron las jaimas, desde algunos participantes que se quejaron porque el perro no había pagado la inscripción de 3.500 euros hasta otros que consideraban que en la próxima edición los corredores se llevarían a sus perros.

¿Por ejemplo?

Yo era domadora profesional de caballos. Pasé durante mi adolescencia horas y horas entrenando a estos animales. Era muy ambiciosa y quería ir a los Juegos Olímpicos en la modalidad de doma clásica, pero me encontré con una resistencia política. Yo era buena y podía haber sido olímpica. Pero conmigo competían los que tenían más poder y dinero. Los caballos son muy caros y los mejores los tiene la gente con poder. No podía más, y de un día para otro me quedé sin deporte, estuve algo perdida, me fui a estudiar a Inglaterra y ya me asenté en España.

Y empezó a correr…

Mi primera carrera fue en 2009. No tenía planes. Tenía un novio por ahí, llegué a trabajar en una biblioteca y para distraerme hacía bicicleta. Aprendí catalán e iba a correr con amigos. Al principio no podía aguantar ni tres kilómetros. Pero me gustaba la sensación de estar exhausta, vacía… Cada vez empecé a notar una mejora y me daba cuenta de que tenía facilidad para el deporte. En tres meses ya hacía diez o 15 kilómetros. Tenía mucho entrenamiento físico y mental de base. Solo quería correr para disfrutar, pero me enganché a las carreras, ganaba... Me llamó la selección y cada vez fui más profesional.

Empezó a correr con 30 años y ahora es una de las mejores del mundo. ¿Lo suyo es genético?

Después de mi embarazo, en 2015, me vi obligada a entrenar con más intensidad porque tenía menos tiempo. Descubrimos que entrenar con mucha intensidad me iba mejor que hacerlo con más volumen, y ajustamos los entrenamientos.

¿Cómo es rutina?

Suelo hacer más de cuatro horas al día: por la mañana cuando me hija está en el colegio y por la tarde me compagino con mi marido.

¿Y de dónde le viene esta pasión por el deporte?

Nací en Nimega, en una casa en las afueras. Iba siempre en bicicleta a la ciudad y montaba ponys. Mi familia es muy intelectual. Tengo tres hermanos: se dedican a la investigación, la medicina y la docencia. Yo soy la ambiciosa de la familia. Mi padre es médico y mi madre, pedagoga. A mi padre le gusta la naturaleza y mi madre nos llevaba de vacaciones a la montaña y hacíamos excursiones largas. Gracias a ellos me gusta la montaña y le tengo aprecio.

Y, tres años después de ser madre, se consagra como la mejor del mundo.

El año pasado conseguí el campeonato del mundo de trail. Gané el campeonato del mundo de skyrunning en Escocia y la Copa del Mundo de distancia corta y larga. Soy la versión femenina de Kilian Jornet.

¿Cuántos idiomas habla?

Hablo catalán, castellano, holandés, inglés y alemán. Y el francés lo entiendo bien.

¿Ha tenido dificultades al ser mujer en este tipo de carreras mixtas ?

Siempre hay cosas, pero personalmente no tuve problemas ni incidencias, pero sí las hay. Antes, los premios para las mujeres eran inferiores, como también lo sigue siendo la repercusión. Hace poco hablé con una compañera que me explicó cuando una vez cuando fue a pedir el dorsal se creían que no era corredora y no se lo iban a dar… Pero yo nunca tuve problemas.

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