ATLETISMO

Etiopía da a Lilesa el premio de Río 2016: "Mi lucha dio frutos"

Fue plata en maratón y cruzó las manos en reivindicación de los Oromo. Tuvo que estar dos años exiliado de Etiopía y ahora ha vuelto al país y recibió los 17.000 dólares del premio que se le vetó.

DANIEL LEAL-OLIVASAFP

Feyisa Lilesa se hizo famoso en los Juegos de Río 2016 cuando cruzó sus muñecas al entrar en meta en la maratón, en la que terminó segundo tras Eliud Kipchoge. Su gesto era una protesta para reivindicar la complicada situación de su etnia, la Oromo, en Etiopía y conllevó una grave controversia. Tuvo que marcharse del país porque su vida peligraba y no recibió los 17.000 dólares de premio. Ahora, casi tres años después, se los ha dado el Gobierno de Etiopía.

"Estoy muy feliz, no por el premio en efectivo, sino porque estoy viendo que mi lucha es fructífera en el país", decía a la BBC Lilesa, que recibió el cheque de Abiy Ahmed, el primer ministro de Etiopía, que llegó en 2018 y mostró mucha más conexión con la etnia Oromo a la que pertenecen más de 35 millones de personas en el país. Ambos posaron con las manos abiertas, en señal de que se han roto las cadenas.

Las protestas de los Oromo terminaron por hacer caer al anterior primer ministro, Hailemariam Desalegn, en cuyo mandato se persiguió y encarceló a muchos ciudadanos de esta etnia, además de tener censuradas varias páginas web y un conflicto abierto con Eritrea. De hecho, Lilesa tuvo que exiliarse por ese motivo y se le negó el premio. En octubre de 2018 ya regresó a vivir a su casa y ahora ha recibido estos 17.000 euros que valen la libertad. Su gesto fue arriesgado en su día, pero le ha merecido la pena.

Lilesa, de 29 años y con una marca de 2h 04:52 en maratón, corrió el pasado domingo en París, pero no pudo terminar la prueba.

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