Alhambra Nievas: "Ojalá seamos más y se normalice esto"

Las mujeres ganan terreno en todos los ámbitos. También en el arbitraje deportivo.

Lo veo una cosa natural. Cada vez hay más mujeres practicando deporte a cualquier nivel y lo normal es que cada vez seamos más en todos los ámbitos.

¿Por qué cree que avanzan más rápido en el rugby que en otros deportes?

Quizá sea la propia esencia de este deporte y los valores en los que se fundamenta. En general convivimos con más naturalidad ambos sexos y en un mayor ambiente de igualdad. En España desde hace bastantes años, décadas incluso, hemos tenido mujeres como Paloma Loza o Itziar Díaz arbitrando al máximo nivel y no ha sido algo extraño para nosotros. Somos pocas en comparación con el número de compañeros, pero el respeto a nuestra labor ha sido expreso siempre.

Usted está reconocida mundialmente y ha trascendido su deporte. ¿Le ha costado más ese reconocimiento que a sus compañeros?

No tengo esa sensación. Siempre digo lo mismo, que si le damos más mérito a lo que he conseguido yo por el hecho de ser mujer, no es un trato de igualdad. Soy una persona que hizo una elección, que ha empleado su tiempo, su trabajo y su motivación en ir alcanzando retos. Pero no lo veo diferente a que lo haga un hombre. No creo que haya que resaltarlo.

Usted ha abierto camino a nivel nacional e internacional. ¿Se siente una referencia?

Yo creo que hay que asumir que cuando haces algunas cosas y alcanzas algunas metas te conviertes en referente, aunque yo no lo haya escogido. Pero me lo tomo bien porque ayuda a romper ciertas barreras y puede espolear a otras mujeres a dedicarse al arbitraje.

Su compañera Joy Neville también está siendo pionera en muchas competiciones (la última, en el Seis Naciones B, en el que el pasado domingo arbitró el España-Rusia). ¿Cómo valora su trayectoria?

Creo que hizo un buen partido por lo que pude ver. Tuvo el control y la toma de decisiones fue consistente. Al final todas las designaciones que le llegan son por mérito. Hay que dejar fuera el género. Es una árbitra que rinde de forma consistente siempre y por eso crece. Ojalá cada vez seamos más y se normalice esto.

Usted y ella son las caras más visibles. ¿Hay otras que puedan seguir su estela próximamente?

A nivel europeo están Hollie Davidson y Sara Cox, que tienen contratos profesionales con sus federaciones. En el ámbito nacional, cada vez hay más. Tenemos a Cintia Loyola en categoría nacional y a Miriam de la Rubia, que ya ha estado en algún torneo europeo de seven. El nivel crece y cada vez veremos más mujeres en competiciones nacionales e internacionales.

Es joven aún. ¿Por qué lo ha dejado?

Soy joven aún, sí (risas). Ha habido dos factores. El personal, porque quiero formar una familia, y también el profesional. Me ha surgido la oportunidad de desarrollarme a nivel de gestión en el ámbito federativo y me motiva.

¿Le queda algo por hacer?

No porque yo creo que las cosas que han llegado han sido fruto del trabajo y si no ha llegado nada más es que no tocaba. He disfrutado y he arbitrado partidos importantes y bonitos.

Ahora trabaja para la Federación Internacional. ¿Cuál es la estrategia en cuanto al rugby femenino?

Tenemos un proyecto muy serio de desarrollo. Ahí incluyo el crecimiento de las jugadoras y competiciones, del número de entrenadoras y directivas que estén en la toma de decisiones y de árbitras. Tenemos programas específicos para aumentar la cifra de mujeres en competiciones internacionales. Este año volvemos a tener la Academia de Alto Rendimiento para entrenadoras, árbitras y preparadoras físicas y todo el programa es exclusivamente para mujeres. Es una apuesta clara por el rugby femenino.