España es un equipo de Mundial
Lo demostró ante Rusia, que sí está clasificada, a la que destrozó en las fases estáticas y que se fue del Central derrotada y sin anotar un sólo punto en toda la segunda parte.
Un mediodía gris y fresco recibía a España y Rusia en el Estadio Central Universitario de Madrid para iniciar su andadura en el Campeonato de Europa, más conocido como Seis Naciones B. Pero poco tardaron en espantar el frío ambos equipos.
España es un equipo de Mundial
España, renovada pero con la misma seña de identidad, el rugby de movimiento que viene marcando el mandato del seleccionador Santos, salía con el cuchillo entre los dientes y se metía rápido en la 22 rusa, de la que se iba sin puntos por un retenido de Norton. Porque los Osos tampoco se quedaron atrás. Su cortina defensiva intentaba asfixiar y amedrentar, y lo conseguía por momentos, a la línea española.
No a la delantera, que no tiene nada que envidiarle en potencia a la rusa y marcó territorio desde el primer maul. Así llegó el primer posado de los Leones. Varias fases de delantera en la 22 rival apretaban las clavijas a los rusos, que concedían dos golpes seguidos y acababan viendo como el 7, Gadzhiev, se iba al sin bin con una amarilla cortesía de Joy Neville, que este domingo se convirtió en la primera mujer de la historia en arbitrar un partido del Seis Naciones B. Norton, de estreno en el 10, jugaba valiente a touche y España le acababa poniendo ruedas al segundo agrupamiento para que Auzqui posara.
Eso despertó a Rusia, que empezó a jugar en campo español y acabó entrando en zona de marca por medio de Ostroushko en el 23'. Poco después recuperaban a Gadzhiev y en el 36' se ponían por delante con una buena finalización de Gerasimov que fue el epílogo de la primera parte.
La segunda parte empezaba como acabó la segunda, con Rusia moviendo bien el oval y jugando en campo español. Santos refrescaba a la desgastada delantera española dando entrada a Hogg en la tercera y a Quentin García en la primera. España reaccionaba, se metía en la 22 rusa y forzaba una infracción que transformaba en puntos Rábago, en el 53', para dejar a los Leones a tiro de ensayo.
España tenía el viento a su favor y a un Central encendido en los últimos 20 minutos, sobre todo cuando, después de sufrir con dos touches a favor de Rusia en su 22, la última robada por De Marco, Goia caldeaba los ánimos tirando un sombrerito primero en medio campo y forzando el adelantado ruso con su presión posterior. Seguía la jugada y España sacaba otro golpe en rango para que Rábago buscara de nuevo los palos. Los encontraba, en el 62'. España estaba a uno de un equipo de Mundial con 20 minutos por delante.
El vendaval estaba desatado. La delantera rusa, castigada, empezó a desquiciarse y se sucedían los golpes de castigo a favor de España. En el 68', desde 45 metros, Rábago volvía a encajar la almendra en la H y ponía por delante al León, que tenía hasta a la divina providencia de su lado. Quedó evidenciado en el 70', cuando Simplikevich, un transatlántico en el 14 de Rusia, se escapaba por un costado, batía a dos defensas y, a cinco metros de la línea de marca, se le escapaba el oval.
Luego España perdía la touche, se rehacía con una defensa heroica hasta forzar el retenido, se iba a campo ruso, forzaba otro y, pese a perder inexplicablemente la posesión cuando tenía que aguantar medio minuto y echarla fuera. Rusia, en su desesperación, cometía la enésima infracción y perdía el partido sin haber sido capaz de anotar un sólo punto en toda la segunda parte. España sumó así su quinta victoria histórica, tercera consecutiva, contra los Osos, demostró que es un equipo con nivel de Mundial y mandó un aviso a Georgia, con la que se medirá el próximo fin de semana en Tbilisi.