España se estrena ante una Rusia mundialista y con árbitra
Los Osos ocuparon el año pasado la primera plaza del clasificatorio, en detrimento de España, tras el desastre de Bruselas. Los Leones, con muchas novedades. Pitará la irlandesa Joy Neville.
Cuando la Selección española de rugby salga mañana al Estadio Central Universitario de Madrid para medirse a Rusia en su debut en el Campeonato de Europa, más conocido como Seis Naciones B, se encontrará un reflejo ingrato. Porque los Osos son, ahora mismo, lo que España debería ser y no fue: un equipo de Mundial.
Se lo ganó España. Con sangre, sudor y lágrimas, que diría Churchill, y lo perdió también España. En aquel escándalo de Bruselas, para los que lo conozcan. Para los que no, en su derrota contra la Selección belga, una de las más débiles del torneo, si no la que más, en el último partido del clasificatorio, tras haber hecho lo más difícil, ganar a Rumanía, a Alemania y a la propia Rusia que hoy nos ocupa. En medio también, aunque no indulte por completo el pobre rendimiento de los Leones aquel día, de un escandaloso arbitraje del rumano Vlad Iordachescu, en un partido que, de terminar con derrota española, daba la clasificación a su país para la cita mundialista. El entuerto posterior de alineaciones indebidas daría para una, o varias crónicas (negras) más.
Pero es pasado, y España encara el presente con el optimismo de su seleccionador Santi Santos (dice que España tiene potencial "para ganar el Seis Naciones B en los próximos años") por bandera y con un equipo muy renovado. Del nueve hacia detrás, poco se parece este bloque al del año pasado. Hay más producto nacional, entendiendo por ello de la Liga Heineken (hasta 11 jugadores en la convocatoria, casi la mitad) y Santos estrena línea prácticamente. El único que sobrevive es 'Feta' Casteglioni y hay interés especial por ver qué tal mezcla la nueva bisagra (9 y 10) que conformarán Lucas Rubio, medio melé del Agen del Top-14 francés y Andrew Norton, apertura con buenos números en el Cisneros (tres ensayos y 100 puntos totales en 16 partidos esta temporada).
En delantera la cosa cambia. Se mantiene estable la primera, en la que repiten Civil, Quentin García, Auzqui, Fernando López (nuevo capitán), Francisco Blanco; se consolida la pareja De Marco-Peters en la segunda y, con la baja de última hora de Gautier Gibouin, reclamado por su club, entra Gavidi en la tercera, acompañando a Lucas Guillaume y a Asier Usárraga.
Bajas de Gibouin y Jaime Nava, el excapitán está en la recta oficial de su carrera pero aún no ha dicho adiós oficialmente a la Selección, la continuidad en el pack es una buena noticia ante un equipo duro y también bastante renovado (sobreviven un puñado de titulares del duelo del pasado febrero) que disfruta las mieles y los dineros de la clasificación al Mundial, por ejemplo con una concentración en Alicante estos días previos al partido.
A los rusos, según Santos, se les vence desde el dominio de las fases estáticas (melé y touche). El que buscará España, que tiene en Miguel Velasco, 'Miguelón', miembro del cuerpo técnico, a un consumado especialista en esas lides y que el viernes hizo especial hincapié en la touche en la recta final del entreno. Este domingo tocará recoger, o no, los frutos.
Frutos que recoge ya, ella seguro, Joy Neville. Porque cuando la irlandesa pite este domingo, a las 12:45, el inicio del partido se convertirá en la primera mujer de la historia que administra un encuentro del Seis Naciones B. Nombrada por World Rugby, la Federación Internacional, la mejor entre todos los árbitros y árbitras del Mundo en 2017, ya ha sido pionera antes en el Pro 14, la British and Irish Cup, la Challenge europea o las ligas nacionales de Gales, Irlanda e Italia.
Peters: "Son duros, vienen del frío"
Josh Peters, uno de los saltadores de la touche española, que será clave en el partido del domingo, atendió a As el viernes al término del entrenamiento de los Leones. "Van a ser duros tío, vienen del frío", describió gráficamente Peters, con el acento andaluz que le da el haberse criado en el sur, lo que espera del partido. El gigante bailarín (2,03 y 118 kilos) del Blackheath inglés, duro en el contacto y con una agilidad que asombra en un cuerpo de su tamaño, se lo toma con estoicismo: "No es nada que no hayamos sufrido antes, contra Samoa o Namibia. Es lo que hay. Vamos a cansarlos y a ver qué pasa en los últimos 20 minutos. Ahí se va a ganar el partido".