Whittaker dejó huérfano el UFC 234 y Adesanya se consagró
El campeón fue operado de urgencia por una obstrucción intestinal y una hernia, fue baja a última hora. Adesanya venció a los puntos a Anderson Silva.
Todos los aficionados a las MMA se quedaron helados con la noticia. Cuando quedaba una hora y media para que comenzase el UFC 234, la compañía anunciaba que Robert Whittaker era baja y no defendería el campeonato del peso medio ante Kelvin Gastelum. El neozelandés comenzó a sentir dolor abdominal a poco más de 12 horas para pelea y tras ser examinado por los médicos de la UFC acudió al hospital. Allí descubriendo que sufría una obstrucción intestinal y un hernia, dolencias de las que tuvo que ser intervenido de urgencia. Casi a la hora en que tenía que salir al octágono su equipo publicó un comunicado. La operación había salido bien y al campeón le quedaban "varios días de ingreso". Estaba "devastado por haber causado baja", pero si hubiese competido el final podría haber sido trágico.
La mala suerte se cebó con el neozelandés de nuevo. También estaba programado para pelear en Australia en el UFC 221, pero sufrió varicela y fue baja. El primer PPV del año de la UFC se quedaba descabezado y la compañía sin margen de maniobra. No había tiempo material para cubrir la baja e hicieron lo único que podían. El duelo entre Israel Adesanya y Anderson Silva, que estaba programado como combate coestelar, pasó a ser la pelea de la noche. Era un choque muy esperado. El pasado, ante el futuro. La promesa, frente a la leyenda... pero nadie se quitaba de la cabeza la oportunidad perdida de ver el Whittaker vs Gastelum, aunque el aspirante puso morbo en el pabellón. Apareció con el cinturón y fue tajante: "Soy el campeón, yo me presenté a pelear y él no". Ese era su juego, pero fuera de él sigue siguiente el aspirante.
Adesanya se graduó ante Anderson Silva
Mientras Gastelum lucía el cinturón e intentaba presionar de cara al futuro, Israel Adesanya confirmaba todas las esperanzas que hay puestas sobre él. El nigeriano, de 29 años y un récord de 16-0, venció por decisión unánime (30-27, 30-27 y 29-28) a Anderson Silva. La promesa ganó a la leyenda y lo hizo con claridad, dejando claro que además de contundencia tiene oficio. Adesanya se dedicó a meter más ritmo que el brasileño, quien no notó la inactividad de más de un año que tenía (debido a una sanción). Lució rápido en la mayoría de las esquivas, pero fue quien acumuló más golpes en su contra. Adesanya nunca bajó el pistón. Apretó por sistema y fue teniendo sus oportunidades.
Silva estaba más reservón. Prefería quedarse quieto en algunos momentos e intentar desquiciar a su rival. Por dos veces se plantó y dejó que le golpease en su cara para intentar contragolpear, pero Adesanya es rápido y no caía. Tampoco cuando se trastabilló y Silva le intentó colocar una rodilla. Velocidad, regularidad y precisión, así venció Adesanya a Silva, quien lanzó menos golpes y falló más. La leyenda estuvo bien y puso en aprietos a la promesa, pero se notó que iba a dos marchas diferentes. Israel Adesanya pasó el examen, todo el peso medio le mira para intentar adivinar cuál será su paso. Él no lo sabe, la UFC... tampoco. Habrá que mirar primero a la recuperación de Whittaker, después será tiempo de replantear la división.