Pacquiao vuelve a Las Vegas para ser campeón a los 40
El filipino realiza este sábado su segunda defensa del WBA Regular del peso welter ante Adrien Broner. Boxea de nuevo en Estados Unidos tras más de dos años.
El siglo XXI en el boxeo mundial no se entiende sin el nombre de Manny Pacquiao (60-7-2, 39 KO). Es un referente y cada vez que boxea los fans ansían verlo en acción. El filipino, que cumplió 40 años en diciembre, es el actual campeón mundial WBA Regular (un interinato de este organismo) del peso welter y tras más de dos años sin pelear en Estados Unidos (desde el 5 de noviembre de 2016) regresa a Las Vegas este sábado. En la 'Ciudad del Pecado', PacMan ha vivido sus combates más recordados y allí quiere retomar su carrera en Estados Unidos. Sabe que si quiere una despedida de altura debe maravillar otra vez en un PPV. Su sueño es la revancha contra Mayweather, pero antes debe ganar a Adrien Broner (33-3-1, 24 KO).
Pacquiao trasciende más allá del boxeo y desde 2016 alterna su carrera deportiva con la política. Es senador en Filipinas, una ocupación que no le ha impedido boxear, aunque ha bajado el ritmo. Desde su pelea con Vargas en 2016 ha hecho dos peleas más en una 'gira mundial' con la que pretendía hacer caja antes del colofón final. Compitió, y perdió con polémica, en Australia ante Jeff Horn en el verano de 2017 y ganó a Lucas Matthysse en Malasia un año más tarde. Su plan de expansión lo ideó con el promotor que le llevó a la gloria, pero ahora PacMan es su propio jefe (también ha cambiado de entrenador, aunque Freddie Roach estará en su esquina el sábado). Elige sus pasos y se ha aliado en Estados Unidos con Al Haymon, el que fue promotor de Mayweather. Una coincidencia más. También existe en el rival.
"Broner es habilidoso y tiene un estilo similar a Mayweather. No es igual, pero es parecido", avisó el filipino en la previa. Todos los camino parecen conducir al mismo sitio, pero Broner es apodado 'The Problem' y no por casualidad. Ha tenido muchos problemas con ley, de ahí también su apodo, pero sobre todo es un boxeador anárquico que puede sorprender a cualquiera. El estadounidense llega tras perder con Mikey García y hacer nulo con Jessie Vargas, es decir, con 29 años es consciente de que está ante su último tren, como Pacquiao. Los dos se juegan mucho. All in en Las Vegas.