Belasteguín: "Pelearé para volver a ser el número uno”

Fernando Belasteguín (Buenos Aires, 1979) ha sido 16 años el número uno del mundo. Es un caso único y sin precedentes en el pádel, y lo ha hecho con sólo dos compañeros: Juan Martín Díaz y Pablo Lima. Que ganase el Máster Final fue una sorpresa, pero antes de viajar a Argentina contó su secreto: “Un día en que mi hija me vio alicaido me entregó un papel con un mensaje. Y esa cuartilla la he guardado en mi bolsillo. Pone: Un Belasteguín nunca se rinde”. Habló con As para hacer balance de la temporada.

Más de cuatro meses sin jugar por una lesión en el codo que le amenazaba con llevarle al quirófano, reaparece en el Máster Final de pádel, y gana. ¿Lo puede explicar?

Vine a Madrid a probarme, a ver cómo estaba, a saber si estaba listo para competir. Soy muy competitivo por naturaleza, a todo lo que me ponga, como si apostamos por ver quién acierta a meter más botes en la bolsa de la basura. Todo me lo tomo con el mismo afán; sabía que estaba recuperado, y necesitaba saber si podía jugar en igualdad.

Número uno del ranking desde los 22 años, y ahora, con 39, cede esa posición única. ¿Ha sido su año horrible?

Desde el punto de vista de que ha sido el primer año en que he tenido una lesión importante, sí. La rotura del tendón del codo me dejó más de cuatro meses sin poder jugar, y trabajando mucho para recuperarme. Con todo, tuve puntos suficientes para estar en el Máster con los mejores del año. A partir de ahora no sé qué ocurrirá, porque los puntos dicen que hay otras parejas por delante, pero lo que sí tengo claro es que me voy a preparar para pelear por volver a ser el número uno la próxima temporada.

¿Dudó acerca de acabar la temporada jugando?

Con los médicos apostamos por un tratamiento conservador, con la intención de acabar el año en la pista, pero dos semanas antes del Máster eso no lo contemplaba. Han sido unos meses muy intensos, de tres sesiones diarias para mejorar el codo, sin tener la seguridad de evitar el quirófano.

¿En qué ha pensado en este tiempo sin pádel?

He reflexionado sobre lo que me da y me quita. Estos meses he disfrutado de mi familia, de mis hijos. Eso es más complicado cuando estás en la competición, que te pasas de viaje una semana de cada dos. Y sí, el pádel me da muchas cosas, pero ahora también reconozco mejor lo que me quita.

Eso es lo que se empieza a pensar a las puertas de la retirada.

No es el caso. Acabo de renovar por dos años con mi patrocinador (Adeslas) e intuyo que me quedan cuatro o cinco buenas temporadas como profesional. Pretendo crear un club propio para dedicarme a él cuando me retire.

¿Ha pensado en los retos de la próxima temporada con los cambios de parejas?

Lo único que he hecho ha sido trabajar en mi recuperación y ver los partidos de mi compañero Pablo Lima. No tenía ganas de pensar en lo pueda pasar en 2019 cuando yo mismo dudaba de que pudiera estar compitiendo.

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¿Y qué le pareció que la final de la Libertadores se jugase en Madrid?

Lo he seguido como argentino, y como tal he sentido una enorme decepción por no haber podido organizarse en mi país, aunque no sé en qué estadio. Es inaceptable lo que pasó, pero también se apedrean autobuses en Europa, incluso en Alemania tiraron una bomba. El problema en muchas ocasiones es que donde se impone la pasión se pierde la razón.