Al Iaquinta 'recoge su premio' ante Kevin Lee en Milwaukee

Cuando la UFC se encontró en uno de los mayores bretes de su historia un hombre les salvó. Fue Al Iaquinta. El estadounidense aceptó pelear contra Khabib Nurmagomedov sólo 24 horas antes del UFC 223. Lo hacía por el honor, ya que el ruso competía por el título del peso ligero, pero si él ganaba no se llevaría el cinturón. Sabía que estaba haciendo un gran favor y que si daba la cara se vería beneficiado. Y así ha sido. Iaquinta salió a hacer su plan, lo intentó... pero cedió ante el rodillo ruso. No importaba, habían tomado nota.

Así, desde el número 8 del ranking ligero, ve como el camino al título podría allanarse, pero no es un regalo, se lo tendrá que ganar. La UFC le ha cruzado con el 4 del ranking, Kevin Lee, por lo que una victoria le auparía mucho en la división. No le dejaría como retador directo, más con la paralización de la división por la posible sanción a Khabib, pero sí acariciaría la oportunidad. Aunque lo primero, y más complicado, es vencer.

Se enfrentan dos hombres con estilos y cualidades muy diferentes. Iaquinta domina en pie y le pesa la mano, por su parte, Lee se defiende a la perfección en el suelo y es un buen finalizador. Arriesga mucho más Lee, porque una victoria podría no reportarle tanto, por lo que los nervios también pueden ser importantes, pero Iaquinta es consciente de que este tipo de oportunidades debe aprovecharlas. En las apuestas Lee es muy favorito. Perdió ante Ferguson por el título interino en el UFC 216 y tiene gran calidad, pero a base de constancia y arrojo Iaquinta se ha colocado donde está. Con dos estilos contrapuestos el que marque el ritmo pondrá la diferencia y decantará la pelea. Lee o Iaquinta, dos hombres quieren subirse al tren del título en Milwaukee.