Holloway destruye a Ortega y Shevchenko es nueva campeona
Max Holloway ganó por TKO a Ortega, que no pudo continuar porque tenía un ojo cerrado. Shevchenko derrotó por decisión unánime a Jedrzejczyk.
Mandó callar en el pesaje y rompió a gritar tras la pelea. Max Holloway vivió en Toronto un UFC 231 muy tenso. El campeón del peso pluma exponía su cinturón ante Brian Ortega, pero había muchas dudas sobre él. Era la cuarta pelea que tenía pautada para 2018, pero hasta el momento no había podido pelear. Le dieron palos... y se quiso cerrar bocas dentro del octágono. Dio una exhibición ante Ortega, que mostró arrojó, pero se equivocó de lleno en su estrategia. Recibió una paliza, tanto que el médico, de manera acertada, no le dejó salir al último asalto porque su ojo izquierdo estaba cerrado al completo. Holloway volvió a demostrar que pese a todo es el campeón más dominante, por números, de la compañía.
Holloway dejó hacer a Ortega y este quiso redoblar su órdago. Quería ser campeón manteniendo su invicto y ganando al actual monarca en su campo y falló. El primer asalto sirvió de estudio para ambos. Pelearon en pie y Ortega se sintió fuerte, por ello no cambió de plan en el segundo round. Holloway había empezado suave, pero tras observar los puntos débiles de su contrincante, apretó. Comenzó a entrar con el uno-dos con una facilidad pasmosa y lejos de amedrentarse, Ortega se puso a cruzar manos. Ahí estuvo el primer error grave, pero lo enmendó en el tercer round.
En su esquina le dijeron que se fuese a su terreno y lo hizo. Llevó a Holloway al suelo, le metió presión contra la jaula... todo lo que debía hacer para ganar, pero se olvidó de esa línea en el cuarto asalto. Ahí perdió la pelea. Decidió apostar todo al intercambio de golpes... y se llevó la paliza de su vida. Tiene corazón y arrojo, eso le salvó de acabar noqueado, pero los golpes le entraban de todos los colores. Una espectacular derecha de Holloway hizo que su ojo izquierdo se inflamase a gran velocidad. Cuando llegó a la esquina las caras del equipo de Ortega decían todo, estaba difícil y la pelea se paró. Holloway sigue imponiendo su ley. Trece victorias consecutivas y tres veces campeón absoluto. No hay quien lo frene.
Valentina Shevchenko, campeona del peso gallo
A la tercera fue la vencida para Valentina Shevchenko. La peruana (nacida en Kirguistán) cayó ante Amanda Nunes en el UFC 215 por el título gallo. Su segunda oportunidad por un cinturón le llegó por el campeonato del mosca en el UFC 228, pero Montaño, su rival, acabó en el hospital. No hubo pelea y perdió el título. Shevchenko tuvo que preparar otro combate contra la excampeona Joanna Jedrzejczyk, más difícil todavía, pero estaba convencida de ganar. Y lo hizo. Derrotó por decisión unánime (triple 49-46) a la polaca y al fin alzó un título. Merecido.
Joanna planteó una pelea en pie, intentando ir conectando buenos golpes, pero se encontró con una Shevchenko ágil y contundente. Una patada en el primer round y un rodillo en el resto de asaltos. La peruana vio que en el striking la pelea quedaba demasiado abierta y cada vez que podía acortaba distancia y buscaba el agarre. No le importaba si era en el suelo o contra la jaula, sólo quería dejar claro su mayor fortaleza (Jedrzejczyk acusó subir de peso, Shevchenko era más grande) y lo demostró. La pelea fue entretenida, pero no hubo dudas. Valentina Shevchenko era la nueva campeona del peso gallo.