Sexton, Jugador del Año y Joe Schmidt dice adiós a Irlanda
El apertura irlandés se coronó como el mejor de 2018 en los World Rugby Awards celebrados este domingo. Su seleccionador dejará el puesto tras el Mundial.
Jonathan Sexton ha sido el mejor jugador del mundo en 2018. Al menos así lo ha considerado World Rugby, la Federación Internacional, que entregó ayer el galardón al apertura irlandés en su gala anual de premios, celebrada en la Salle des Etoiles de Montecarlo, Mónaco.
Es el reconocimiento a un genial año del de Leinster, que ha ganado todo con su club y su Selección. Con la escuadra dublinesa, el Pro 14 (la antigua Liga Celta, que ahora mezcla equipos irlandeses, galeses, escoses, sudafricanos e italianos) y la Champions (en San Mamés frente a Racing Metro); con su país, que este noviembre consiguió la primera victoria de su historia en casa ante Nueva Zelanda, del Seis Naciones, con Grand Slam (pleno de victorias) y Triple Corona (pleno ante los equipos británicos) incluidos. Además dejando momentos para el recuerdo como el drop ganador ante Francia.
Sexton competía con otros cuatro nominados: el apertura neozelandés Beauden Barrett (ganador en 2016 y 2017), su compatriota Rieko Ioane, ala, el medio melé sudafricano Faf De Klerk y el también springbok Malcolm Marx, talonador. Supone la primera vez que un irlandés recibe el galardón desde Keith Wood en 2001 y pone fin a años de dictadura all black, en los que los oceánicos han tenido a ocho de los últimos nueve premiados, siendo reconocidos, aparte de Barrett, su predecesor en el 10 neozelandés, Dan Carter (2012 y 2015), el segunda línea Brodie Retallick (2014), el tercera y actual capitán Kieran Read (2013) y el también tercera y anterior capitán Richie McCaw (2009 y 2010).
En el ámbito masculino, otros galardones fueron para el ala sudafricano de los Lions Aphiwe Dyantyi, nombrado Jugador Revelación; el estadounidense Perry Baker, el mejor de la temporada en seven; el australiano Angus Gardner, Árbitro del Año; el ex Primer Ministro y expresidente de la Federación Japonesa, Yoshiro Mori, por sus distinguidos servicios a la candidatura japonesa al Mundial; el exinternacional escocés Doddie Weir, por su lucha contra las enfermedades que atacan a las neuronas motoras; su compatriota Jamie Armstrong, premio al Espíritu de Rugby, el neozelandés Brodie Retallick, por su Ensayo del Año ante Australia en el Rugby Championship, y el australiano Stephen Moore y el neozelandés DJ Forbes, premios al mérito por su trayectoria en el deporte oval.
Entre las mujeres ha sido premiada la zaguero francesa Jessy Trémoulière como mejor jugadora en un año en el que las 'bleus' ha ganado el Seis Naciones, también con Grand Slam, y ella ha sido la máxima anotadora de la competición antes de cambiarse al seven para guiar a las galas a un tercer puesto que es su mejor clasificación de siempre en la general de las Series Mundiales. Las también francesas Pauline Bourdon, Safi N'Diaye y Gaëlle Hermet y la neozelandesa Fiao'o Faamausili eran las otras aspirantes. Completa la nómina la neozelandesa Michaela Blyde, Jugadora del Año en seven, un galardón para el que todas las apirantes eran Black Ferns, las campeonas mundiales desde este verano.
Schmidt dice adiós y Farrell se hará cargo de Irlanda desde 2019
Que Joe Schmidt haya sido nombrado Entrenador del Año por World Rugby no sorprende a nadie dada la temporada de Irlanda, relatada más arriba. Tampoco su adiós, que se rumiaba hace tiempo. Pero no deja de ser chocante porque el neozelandés ha sido la piedra filosofal del rugby de la Isla Esmeralda desde que accedió al cargo en 2013. Paul O'Connell, capitán de los del Trébol bajo su mando, lo define muy bien: "Su estilo y filosofía se está filtrando a las provincias, a las escuelas y los clubes. Está teniendo un efecto masivo en el rugby irlandés. Sea lo que sea que le paga la Federación, el retorno es enorme".
Pese a que, en el único Mundial con él a cargo, 2015, Irlanda no ha conseguido romper la barrera histórica de los cuartos de final, ha conquistado tres veces el Seis Naciones (2015, 2015 y 2018), la última de ellas con Grand Slam y Triple Corona, y ha sabido gestionar el paso de una generación prolífica, la de los O'Gara, O'Callaghan, D'Arcy, Bowe, Heaslip y, sobre todo, O'Driscoll, por decir algunos, a otra que lo es aún más: los Sexton, Best, Healy, Furlong, O'Brien, O'Mahony... adornada últimamente ya con trazas de la próxima como Larmour o Stockdale.
Con él al timón el Trébol ha pasado del puesto ocho al dos en el ránking mundial, ha roto techos de cristal ganando a Nueva Zelanda en suelo neutral (Chicago, en 2016) y en casa (este mismo mes en el Aviva de Dublín) y se ha colocado como el principal candidato (casi el único) del hemisferio norte a ganar el próximo Mundial.
Schmidt se va para pasar más tiempo con su familia, aunque se especula con que será el relevo de Steve Hansen en los All Blacks, y su testigo lo recogerá Andy Farrell, el actual entrenador defensivo de la Selección y padre del apertura de Inglaterra Owen Farrell, artífice de la maquinaria perfectamente engrasada que son las fases defensivas irlandesas. En su currículum hay ocho caps con Inglaterra y varios equipos tanto de Union como de League en su etapa de jugador. Y tras colgar las botas, un paso por Saracens como entrenador jefe, otro por la Selección inglesa como asistente, y el tour de los Lions de 2013, cuando fue también el responsable de la defensa.
"Es un privilegio ser considerado para este puesto. He aprendido mucho de Joe y seguiré haciéndolo hasta que se vaya", ha declarado el inglés. "Andy ha tenido un gran impacto en el equipo desde que llegó. Su capacidad de liderazgo y su profundo entendimiento del juego aseguran que el rugby irlandés siga avanzando. Tengo la sensación de que lo dejo en buenas manos", afirmó por su parte Schmidt.