Samoa tritura a España en su primera visita al Central
En su último test antes del Seis Naciones B, los Leones dieron la cara hasta donde les dejó el físico ante una Samoa que salió a morder.
Samoa salió al Central con las ideas muy claras. Desde el Siva Tau, su 'haka', que resonó en toda Moncloa. La premisa inicial fue una dureza extrema en el contacto. Pegar y marcar territorio. Y así todo el partido fue una carnicería (especialmente el primer cuarto de hora); sus protagonistas, los equipos médicos casi más que los jugadores.
Hasta tres bajas sufrió España, que no se arredró e igualó la intensidad polinesia: Peluchon, Lucas Guillaume y Mickael De Marco. El primero, tocado desde un placaje retardado que no vio el irlandés Frank Murphy, juez este sábado en Madrid. Si hubiera acudido al TMO, habría sido roja.
Pero no lo hizo, y un minuto después el propio Peluchon, que ha pedido que se le nombre utilizando también el apellido de su madre, Carrera, por el profundo cariño que siente hacia España, adelantaba al XV del León pasando entre palos una infracción samoana en un ruck antes de irse con el brazo en cabestrillo, obligando a Santos a trasladar a Gimeno al 10. A partir de ahí, lo que había sido un acoso español, con el partido ventilándose en la 22 contraria, se invirtió.
España tuvo que poner toda la carne en el asador en las fases defensivas pero, aún así, Samoa acabó descubriendo los huecos y en el 17' un error grosero de un confiado Fidow, al que se le escapó el oval cuando iba a posar en zona de marca por querer hacerlo con una mano, evitó el primero en contra de España. No acabaron ahí los embates. En el 23' Fidow volvió a tener carril en el ala izquierdo, hasta que se encontró con Goia, y en el 33' Usarraga pescaba en una abierta samoana evitando una defensa agónica en la 22 española.
Parecía que los Leones iban a llegar maltrechos pero vivos al intermedio, hasta que apareció Treviranus, a la salida de un ruck, rompiendo por el centro y descargando para que el capitán Lam entrara como un cohete en la zona de marca española. 3-7 al descanso y la sensación de que quedaba poca gasolina en el depósito de España
La segunda parte empezó como terminó la primera, con Samoa viviendo en terreno español. Casteglioni se iba al sin-bin por un avant intencionado en la 22 y acto seguido Treviranus se colaba en una salida de melé y posaba el segundo ensayo para los de Steve Jackson. El Central se apagaba hasta que apareció Richard Stewart en el 56'. El centro de Cisneros leyó perfectamente el ataque samoano, interceptó el oval en medio campo y ya nadie puedo cazarle en su carrera hasta los palos. España estaba a tiro de ensayo con 25 minutos por delante.
La alegría duró poco, porque los polinesios retomaron el asedio y Lee Lo les puso de nuevo con dos ensayos de ventaja en el 59', que Fidow amplió a tres en el 68' enmendando su fallo en la primera parte, aunque el posado volvió a ser a una mano. España se revolvió y lo intentó en los últimos minutos, pero llegó hasta donde le dejó Murphy, despistado en el juego sin balón, y su físico, netamente inferior al de Samoa. Como nota positiva queda que se plantó cara de nuevo a un equipo de Mundial. Y empieza a ser costumbre.