"El podio de Moscú reafirma nuestro potencial como pareja"
Sara Hurtado relata cómo ha vivido, junto a Kirill Khalyavin, la plata en el Grand Prix de Moscú, la primera de la historia de una pareja de danza para España.
Con el tema Aunque es de Noche de Rosalía, Sara Hurtado y Kirill Khalyavin celebraron en la exhibición del GP Rostelecom de Moscú que habían hecho historia. Fueron segundos y se convirtieron en la primera pareja española de danza que hace podio en una prueba del Grand Prix. “Todavía lo estamos procesando, fue una inyección de motivación, que nos ha reafirmado para saber que somos una pareja con nivel y potencial para estar con las mejores del mundo”, cuenta a As Sara Hurtado desde Moscú, donde desde hace tres temporadas se entrena metódicamente junto a Kirill bajo las órdenes de Sasha Zhulin: “Es que competíamos medio en casa”.
Pero en su trabajo de sincronización con Kirill, Sara no quiere relajarse. “Ya pensamos en todas las competiciones que están a la vuelta de la esquina, no podemos perder ni un día porque tenemos que seguir trabajando para los próximos objetivos”, cuenta la madrileña, de 26 años, que pule junto a Khalyavin sus dos programas.
El corto es un tango que llevan a su terreno: “Lo intentamos hacer más blues”. Y en el largo sacan su gran potencial: “Es el Great Gig in the Sky de Pink Floyd y Sign of the Times de Harry Styles. Es un show abierto, que intenta mostrar como somos y que si nosotros, viniendo cada uno de un lugar, hemos salido adelante todos pueden”. Con ese programa y un total de 174.42 puntos sedujeron al Megasport de Moscú, Hurtado tiene un sueño: “Cambiar el mundo con golpes de emoción”.
“Ver una bandera española junto a una americana y una rusa es una satisfacción tremenda”, dice Hurtado. Ella y Kirill van quintos en la clasificación del Grand Prix y estarán muy atentos este fin de semana a la cita de Grenoble. Entrarían en la final de Vancouver (6-9 diciembre) si no le adelantan dos parejas. Está difícil, pero lo importante es que Sara y Kirill han dado un paso más: “Venimos de escuelas diferentes, pero nos entendemos muy bien y el día a día se hace con gusto”. Una pareja que apunta muy alto.