Rousey repite exhibición durante una noche histórica en Evolution
La estadoundiense retuvo el Campeonato Femenino de Raw sufriendo y maravillante ante Nikki Bella. Lo logró en el primer PPV íntegramente femenino de la WWE.
La WWE quería cambiar la historia en Nueva York este domingo. Presentaban la “evolución” con su primer PPV femenino. Se trataba de la confirmación del roster femenino. Tenían su hueco para brillar y lo aprovecharon. Show más que entretenido que dejó claro que en la compañía no importa el sexo para dar un gran espectáculo. No hay lucha libre masculina o femenina, hay lucha libre. Bajo la premisa de la igualdad, la WWE lanzó multitud de vídeos durante todo el evento. Era un paso adelante en su empresa, pero también querían que fuese un lo mismo en la sociedad. Las mujeres de la WWE tomaron el mando y maravillaron.
Becky Lynch y Charlotte Flair hicieron historia. Disputaron el primer combate femenino con estipulaciones de "la última mujer en pie”. Sólo por ese hecho el combate ya quedaría en el legado de la compañía, pero ambas fueron un paso más allá y lograron quizá el combate femenino más duro que se recuerda… aunque la traca final no les correspondía a ellas. Ronda Rousey ha dado al wrestling el empujón que faltaba para la paridad y por ello la estadounidense fue la encargada de cerrar el show. Lo hizo defendiendo el campeonato femenino de Raw ante Nikki Bella, la campeona Diva con el reinado más largo (301 días). Era la prueba más difícil hasta la fecha y como está haciendo cada vez que se sube al cuadrilátero volvió a pasarlo con nota.
Para este duelo vivió un feudo cambiante. Las gemelas Bella la traicionaron y supo llevarse la rivalidad al plano personal. Una vez sonó la campana no se cansa de sorprender. Ante Bella voló por primera vez, incluyó movimientos a su repertorio y sobre todo mantuvo en vilo al público durante su pelea. Rousey empezó bien, pero tenía que bregar con dos hermanas y no se lo iban a poner fácil. Rousey fue atacada por Brie cuando el árbitro no miraba y Nikki remataba legalmente. Pese a todo, Rousey dejaba destellos de calidad, como cuando cargó las hermanas Bella sobre sus hombres y las lanzó al suelo.
Le tocó sufrir esta vez a Ronda Rousey. De hecho el árbitro estuvo a punto de finalizar la cuenta de tres en dos ocasiones. Nunca había estado tan cerca de perder, pero supo rehacerse y dejar al público extasiado con su rus final. Se subió a la cuerda y con una llave de judo envió a Nikki Bella al tapiz. Nunca soltó el brazo de su rival y con un armbar (llave de judo que es su movimiento letal en WWE) puso fin al combate y al show. Tuvo la oportunidad de darse un baño de masas y cuando terminó todo el vestuario femenino la esperaba para que la última imagen fuese el roster al completo. Felicidad y alegría disparada. Las mujeres de la WWE tenían todo o nada en Evolution, y lograron lo primero. Triunfaron.