'Chicco' Molinari, héroe: hizo la Ryder perfecta y estalló al fin

Un italiano de Turín, de rostro impenetrable, bajito y compacto ha sido el golfista más determinante de Europa en la Ryder Cup. Es Francesco Molinari, conocido como Chicco, que por primera vez no pudo contenerse cuando metió el punto decisivo para ganar la Copa. Ni siquiera se emocionó cuando ganó este 2018 el British Open, pero en París estalló bañándose en cerveza con los aficionados: “Esto significa mucho, más que los majors. Es muy difícil contener la emoción, con Bjorn, su mujer… Fue una semana increíble. Estados Unidos tenía el mejor equipo de la historia, pero hemos sido tan buenos…”.

 Y es que Molinari lo ganó todo. Cinco de cinco, el único europeo en la historia que lo ha logrado en la Ryder (lo habían hecho Nelson y Wadkins en 1979). Cuatro de esas victorias fueron junto al inglés Tommy Fleetwood, en ese genial invento de Thomas Bjorn denominado Moliwood. Unidos tumbaron tres veces a Tiger y funcionaron en fourballs y foursomes. Un ciclón. “Traté de hacer las cosas bien, de forma profesional y cuando estuve jugando junto a Tommy no tuve nunca la sensación de estar haciéndolo con un novato, que estuvo sensacional. Fue una semana larga para él, pero cuando tuvo que dar buenos golpes lo hizo y fue asombroso”.

Molinari, de 35 y que había jugado anteriormente dos Ryders (2010 y 2012) y haciendo pareja con su hermano, ha encontrado este 2018 su madurez deportiva. Hincha del Inter y del West Ham (vive en Londres), en París ha encontrado hasta la forma de celebrar con energía los triunfos.

Chicco, uno de los más manteados y al que Rahm le inventó una canción ("Moli, Molinari, Moli, Moli...") vibró con Europa: “Lo mejor de todo fue el espíritu del equipo. Lo dije al principio, quizá ellos tuvieran más talento, pero en Europa todo el mundo iba a hacer las cosas bien. El capitán lo hizo de maravilla, preparó el campo en las mejores condiciones posibles, estuvo fantástico”. Como Molinari.