Till, a por el título de Woodley para completar su ascenso
El británico desafía a Tyron Woodley por el título welter este sábado en el UFC 228. Till está invicto en dieciocho peleas, las seis últimas en la UFC.
Cinco años de carrera profesional, dieciocho combates y ninguna derrota (17 victorias y un nulo). Ese es el inmaculado registro que ha llevado a Darren Till a pelear por su primer título en la UFC. Este sábado se enfrenta, en el UFC 228 de Dallas, al monarca del peso welter Tyron Woodley. Un duelo muy atractivo y que llega tras lesión del campeón interino, Colby Covington, quien estaba previsto para esa pelea. Till no dudó en aceptar la oportunidad y tendrá su primera pelear titular. Viene de su combate más complicado y va a por otro reto: tumbar a Woodley para iniciar su reinado.
La categoría estaba atascada. Woodley llevaba más de un año (desde el UFC 214) sin competir por una lesión, y mientras habían florecido muchas nuevas estrellas. Covington derrotó a Dos Anjos, Till a Thomspon y Usman a Maia. Tres luchadores reclamaban su lugar. El primero ganó el título interino y la oportunidad de luchar por el absoluto. De justicia, pero su lesión hizo que corriese el escalafón. Usman es una de las sensaciones de la categoría, pero es el número seis del ranking, y Till el dos. Coherencia, aunque discutida. Así fue el camino que ha llevado al británico al título. A base de esfuerzo y dinamita, porque nunca le han regalado nada.
Pese a ser británico, donde hay oportunidades de crecimiento, empezó su carrera en Brasil. Doce peleas y la UFC llamó a su puerta. Velocidad, ir al frente y pegada, esas son sus principales virtudes. Así quiere destruir a Woodley, quien tiene el interrogante de como estará tras un año sin competir. Tal es la duda que las casas de apuestas premian de igual modo ir con uno que con otro. Woodley vivió dos duelos muy igualados con Thomspon y no gustó ante Maia. Con un marcado estilo de wrestler, usó sus cualidades, pero nunca apretó (sobre todo el suelo) para terminar con el brasileño.
Le costó muchas críticas, pero acabó con el cinturón en su poder, lo único que le importó. Lección de estrategia, pese a quien le pese. Lo mismo que Till en su última pelea, le faltó ambición, pero fue efectivo. Dos estrategas frente a frente. Ante Till, el campeón debe seguir su plan, sin importar nada. Agarres y pelea física, evitando el intercambio, donde puede salir perjudicado. El aspirante, por su parte, tendrá que jugar en la distancia y percutir duro. Es completo, pero le falta doctorarse. Dos estilos, dos carreras que se cruzan. Continuidad o sangre nueva, el octágono de Dallas decidirá.