El renacido Fury vuelve 924 días después de destronar a Klitschko
El británico se sube a ring tras dos años y medio de inactividad. Sus problemas con las drogas y una sanción por dopaje han puesto en jaque su carrera.
Durante muchos meses ver a Tyson Fury (25-0, 18 KO) sobre un ring parecía algo utópico. El británico acabó con el reinado de casi una década de Wladimir Klitschko, fue su momento más bonito como boxeador y también el principio del fin. Días más tarde, 13 de diciembre, dio positivo por nandrolona. Obtuvo una cautelar para pelear contra el ucraniano de nuevo, pero esa pelea nunca se dio. Una lesión y un calvario lo impidieron. La dolencia aplazó la primera fecha, ¿cortina de humo? Sólo el británico lo sabe. Pero la segunda ocasión nadie pudo contener la bomba.
Fury desveló problemas con el alcohol y las drogas. Hizo varias declaraciones en las que dejaba entrever un suicidio. En sólo seis meses había pasado de la gloria al fango. Antes de ser desposeído por todos los escándalos, Fury renunció a sus títulos y se centró en recuperase. Estaba mal y lo manifestaba en las redes sociales. Su fin con menos de 30 años era claro, pero poco a poco comenzó a animarse. Retaba al resto de pesos pesados y se puso como meta regresar.
Tenía dos problemas: un sobrepeso evidente y el positivo por nandrolona. Lo primero lo arregló a base de esfuerzo. El positivo lo hizo tras un pacto con la UKAD, que costó a este organismo el 10% de su presupuesto anual. Fue sancionado dos años, pero iniciándose desde la fecha de su positivo. Es decir, nunca cumplió sanción. Con todo en regla, dio una fecha, mayo. Iba a ser su retorno, al final será en junio, pero llega. El sábado cuando pise la tarima del Manchester Arena habrán trascurrido 924 días desde su momento más dulce en el boxeo.
Tyson Fury lo tiene claro: quiere grandes peleas y lo primero es maravillar en su regreso. Se ha buscado un rival propicio para ello. Sefer Seferi (23-1, 21 KO) tiene un buen récord, logrado ante púgiles de dudosa calidad, por lo que un Fury a medio gas le debería noquear. Sobre el británico hay muchas dudas. Él y su entorno, lógicamente, afirman que está en su mejor momento, pero habrá que verlo en acción. Su velocidad, antes del parón, no era típica de un peso pesado. Rápido y contundente. Esas serán las virtudes que querrá mostrar de nuevo. Cerca de cumplir los 30, Fury 'redebuta'. Ha renacido y quiere volver a reinar.