Crawford mide al verdugo de Pacquiao en su regreso
El estadounidense vuelve a pelear casi diez meses después de unificar los cuatro títulos del superligero. Debuta este sábado en el welter ante Jeff Horn.
Terence Crawford (32-0, 23 KO) hizo historia el 18 de agosto de 2017. En sólo dos asaltos acabó con Julius Indongo y se convirtió en campeón mundial del peso superligero por los cuatro principales organismos del boxeo (WBC, WBA, IBF y WBO). Había arrasado en su categoría y tenía un objetivo claro: el welter. Quería unificar y buscar el título en su tercera categoría (fue campeón también en el ligero) y no tardó en anunciar sus planes... aunque se torcieron. Tenía previsto haber disputado ese asalto antes, pero una lesión le hizo parar varios meses, hasta este sábado. Crawford vuelve tras 294 días con el único objetivo de seguir deslumbrando.
El estadounidense está sin duda entre los mejores libra por libra. Sus últimas actuaciones han sido una auténtica exhibición. Su boxeo y se progresión en cuanto al peso le equiparan a Lomachenko o Inoue, con quien está disputándose el título honorífico de ser el púgil más dominador. Sus esquivas, velocidad de reacción, de golpeo y su pegada le convierten en un auténtico rodillo. No sufre y gana fácil, la única duda será saber cómo le ha sentado un parón de casi diez meses y la subida de categoría. Sin eso, es claro favorito. Estamos ante uno de los superclase del momento y de la historia.
Para su primera pelea en el peso welter, Crawford y su promotor (Bob Arum) han ido por la presa más morbosa: Jeff Horn (18-0-1, 12 KO). El australiano ganó el título mundial WBO del welter ante Pacquiao con una decisión muy discutida. Ante la imposibilidad de boxear de nuevo contra el filipino (por la agenda política de PacMan), hizo una defensa voluntaria en diciembre y aceptó el reto de Crawford.
Arrojo no le falta, porque abandonará su país por primera vez para pelear contra la estrella, aunque la sensación ya le suena. Nadie esperaba que derrotase a Pacquiao y lo hizo. Ahí querrá jugar Horn, en la sorpresa. Buscará los agarres, frenar el ritmo y sobre todo evitar el rodillo Crawford. El estadounidense pega, se mueve, vuelve a pegar... y así todo el rato. La repetición y certeza son sus mejores virtudes. Tiene una posición que defender y un objetivo en el horizonte: Pacquiao. Antes debe ganar y mantener su status. 'Bud' Crawford está de vuelta.