Whittaker y Romero prometen una guerra para su revancha
Australiano y cubano se cruzan este sábado en el UFC 225. Pelearon hace once meses con victoria, a los puntos, de Whittaker. El título del peso medio estará en juego.
Robert Whittaker y Yoel Romero ofrecieron una auténtica guerra en el UFC 213. Dos luchadores que se caracterizan por un estilo ofensivo no podían dejar otra impresión que no fuese esa. Se jugaban el título interino del peso medio y una opción de verse con el vencedor del Bisping vs St-Pierre... pero nunca llegó. GPS dejó el título vacante por enfermedad y Bisping se retiró. Whittaker, que había ganado a los puntos a Romero, pasó a ser campeón absoluto y su status cambió. Se alejaba de Romero y el excampeón Luke Rockhold apareció para que el australiano buscase la confirmación.
El camino de nuevo tornó. Whittaker se lesionó, la UFC se quedó sin combate principal y Romero aceptó verse con Rockhold. De nuevo disputaba un título interino... y se quedó sin él otra vez. No porque perdiese, ganó por KO, pero no había cumplido con la báscula. Era su segunda vez por el título y la segunda vez que salía del octágono con las manos vacías. Un palo, pero con 40 años (41 cumplió en abril) volvía a rozar el título. Así sus caminos se volvieron a unir. No era la opción que más gustaba al campeón, pero "la UFC elige al contendiente". "Mi trabajo es pelear y ganar”, espetó en la previa.
El combate llega caliente. Los dos saben del peligro del otro y son conscientes de la batalla que vivieron hace un año. “Es un peleador muy duro y difícil. No pude finalizarlo, pero esta vez utilizaré cada minuto para hacerlo”, aseguró el campeón. “No pienso en ser campeón, estoy enfocado en ganar la pelea. De la derrota aprendí que uno necesita ser paciente y saber trabajar cada minuto de cada round cuando es un combate largo”, replicó Romero. Los dos están convencidos de ganar y confían en sus posibilidades. Romero, que peleó en febrero, llega más rodado. Whittaker asegura estar al 100% de su lesión, el octágono dictará sentencia.
El campeón es favorito en las apuestas, pero la igualdad es alta. Romero es un competidor duro, pegador (75% de victorias por KO) y que puede sorprender a cualquiera. Por sus palabras, Whittaker saldrá a cerrar espacios y a buscar el KO. Las contras del cubano pueden cambiar todo. El riesgo estará en ambas partes, sólo buscan finalizar antes del límite y cualquier cosa puede ocurrir. Whittaker y Romero quien guerra en Chicago.