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RUGBY | LIGA HEINEKEN

VRAC y El Salvador volverán a Zorrilla con la Liga en juego

Volverán al feudo vallisoletano tras las finales de Copa de 2016 y 2017. Se han vendido 3.000 entradas antes de saberse los contendientes y ahora se espera que se disparen las cifras.

VRAC y El Salvador volverán a Zorrilla con la Liga en juego

VRAC y El Salvador con el José Zorrilla como marco. Queseros y chamizos aspiran a convertir esta imagen en algo recurrente con un nuevo derbi en el feudo pucelano tras la final de Copa de 2016. Entonces asistieron 26.000 personas. Un año después, mismo escenario pero con el Chami midiéndose a la Santboiana, fueron más de 20.000. El próximo sábado habrá un nuevo capítulo, ahora con la Liga Heineken en juego.

Esta vez llenarlo será más complicado y la organización supone un auténtico reto a menos de una semana vista. Pero los clubes se agarran a que Valladolid, si el rugby llama, responde siempre. Desde que arrancó la venta de entradas hace cinco días, se han colocado unas 3.000 (los precios oscilan entre los 10 y los 15 euros). Y eso que entonces aún no se sabía si los clubes de la ciudad estarían en la final. Finalmente será así tras vencer VRAC a Senor y El Salvador a Alcobendas en las semifinales. "Hay bastantes reservas hechas ya y ahora que se sabe que será un derbi esperamos que se dispare la demanda. Además queremos potenciar la venta habilitando un canal de compra a través de internet", afirmó a As Juan Carlos Martín, presidente de El Salvador. Chema Valentín Gamazo, su homólogo en el VRAC, coincide: "Ha habido una avalancha de peticiones tras conocerse los contendientes". Pero incide en que "no hay que obsesionarse con llenar el campo, sino trabajar duro para que vuelva a ser un gran evento".

Tras perder la carrera con Valencia por la final copera, algo que causó mucho malestar en la ciudad, no hay ánimo de revancha, aunque Óscar Puente, alcalde de la ciudad, reconoce que "dolió". Lo que hay es ganas de volver a Zorrilla. El regidor ve esta final como "una manera de reivindicar positivamente el lugar de Valladolid y un reclamo para una ciudad que tradicionalmente ha tenido equipos en la élite del deporte". También confiesa que querían una final four al principio, "pero era demasiado compleja de organizar". A la FER no la han necesitado. Pese a que la Liga es una competición suya, a diferencia de lo que sucede con la Copa el campeón de la fase regular tiene plenos poderes sobre la final, y ése ha sido el VRAC, que no ha encontrado dificultades para pactar la sede con su vecino. 

Valladolid como bálsamo

Hasta el martes pasado, 2018 había sido un año inmaculado para el rugby español. Más de 15.000 personas acudieron al Ciudad de Valencia, territorio inexplorado hasta ahora, para la final copera y Bilbao vibró con más de 100.000 aficionados llenando la ciudad con motivo de las dos finales europeas en San Mamés. Entonces llegó la descalificación de la Selección del clasificatorio mundialista. Un duro golpe que ha empañado todo y que esta final puede ayudar a aliviar.