Los caballos más caros del mundo estarán en Madrid

El precio de los caballos de élite no suele ser público y tanto los compradores como los vendedores lo suelen mantener oculto o de la manera más discreta posible, salvo cuando salen a subasta, como es el caso de London, un caballo que era una de las propiedades con valor de sus dueños, embargados por la hacienda holandesa, y que lo compró en una subasta pública el millonario octogenario Gaston Glock como regalo para su joven esposa Kathrin, aficionada a los concursos de hípica: le costó la operación casi 11 millones de euros, para que lo siga montando Gerco Schroder, plata en Londres 2012. Se trata de un equino de un árbol genealógico espectacular: su abuelo Quidam fue bronce en Barcelona-92, y sus tatarabuelos Furioso y Rantzin. Estará en Madrid en el Concurso Internacional del Club de Campo del 4 al 6 de mayo.

En realidad, los jinetes y las amazonas de élite apenas viven de los premios de los torneos, sino de los patrocinadores y sobre todo de la compra y venta de los caballos: buscarlos jóvenes, entrenarles y revalorizarles para sacarles al mercado, como podría ser el caso de Álvarez Aznar con Fidux, aunque para el madrileño su caballo no tiene precio, porque no está en venta.

Sergio Álvarez Moya sí estará en Madrid con uno de los caballos más caros, Carlo 273, del que se dice que le costó a su exsuegro, Amancio Ortega, nada menos que 10 millones de euros. Sergio, que lo mantiene, ha vendido bien en los últimos años, y de hecho en Madrid estará una de sus últimas ventas, Arrayán, que le trae al Gran Premio en el jinete colombiano Carlos López.

Posiblemente el traspaso más caro haya sido el de MHS Going Global, caballo de unos empresarios canadienses, y que ahora perteneciente a Athina Onassis, y que se estima que invirtió en la operación de compra doce millones de euros. También es uno de los inscritos para los concursos de Madrid.