La Federación Mundial de Rugby investigará el Bélgica-España
La derrota que complica el avance del combinado nacional al Mundial será analizada también por la Federación Europea de Rugby.
La Federación Europea de Rugby anunció hoy que analizará el viernes con detenimiento el polémico arbitraje del partido que enfrentó el domingo a España con Bélgica en Bruselas. También la Federación Mundial publicó que, pese a que la designación arbitral en Europa no está entre sus capacidades, está en contacto con Rugby Europe para entender el contexto de los acontecimientos relacionados con el partido Bélgica-España del pasado domingo.
España presentó una queja formal por el arbitraje del rumano Vlad Iordachescu tras perder por 18-10 y alejarse del Mundial. Una victoria en Bruselas le bastaba al XV del León para clasificarse por segunda vez en su historia a una Copa del mundo.
Tras el encuentro, varios jugadores españoles se abalanzaron sobre el árbitro y le insultaron, quejándose de que todas las decisiones que tomó durante el partido fueron para perjudicar a España.
Con la derrota de España, fue precisamente Rumanía la que se clasificó directamente al Mundial. El presidente de la federación europea, Octavian Morariu, es rumano.
Rugby Europe, el ente rector del deporte en el continente, indicó hoy en un comunicado que aprovechará una reunión de su Comité de selección prevista para el viernes en la ciudad polaca de Poznan para analizar lo sucedido.
"El Comité está esperando el informe del supervisor del partido. Además, se reunirá el viernes en Poznan con motivo del campeonato europeo sub 18 y su agenda será modificada. La mayor parte de la reunión estará dedicada al análisis de todas las fases del partido entre Bélgica y España", señaló Rugby Europe, que prometió un comunicado al término de la reunión.
El árbitro Iordachescu fue designado para dirigir el Bélgica-España antes de que se conociera que ese partido iba a ser decisivo para el destino de Rumanía.
Cuando España derrotó a Rumanía hace un mes en Madrid, quedó claro que el encuentro de Bruselas iba a marcar el futuro de ambas selecciones. El día después de aquel triunfo, España pidió a Rugby Europe que cambiara al árbitro, pero la federación europea respondió que no se podían modificar las designaciones porque se habían hecho con semanas de antelación.
Tras tener el billete en el bolsillo -la visita a Bélgica se consideraba un trámite-, España deberá ganar una repesca a Portugal y después tumbar a Samoa, una selección que únicamente se perdió el Mundial de 1987, para estar en el Mundial.
Si pierde ante Samoa, todavía quedaría un último resquicio: imponerse en un cuadrangular mundial en el que ya espera Canadá, un equipo que jugó todas las Copas del mundo celebradas hasta la fecha.