España acaricia el Mundial

Placaje, ruck, maul... Hacía falta dominar todo eso para ganar a Rumanía y España lo hizo. En un Central abarrotado (15.500 espectadores), asfixió a los Robles con un clinic defensivo y controló el partido prácticamente de cabo a rabo.

Los Leones fueron un ciclón desde el principio. Empezaron jugando en campo rumano y sumaron dos ensayos en las dos primeras visitas a la 22. Auzqui y Ascarat, en el banderín izquierdo, hicieron bueno el juego de movimiento de España, en el segundo ensayo adornado por una gran patada rasa de Belie. Linklater falló ambas conversiones pero las sensaciones con diez minutos disputados eran buenas.

Parecieron captar el mensaje los rumanos. Porque poco después Vlaicu dejaba a su equipo en territorio de bonus defensivo con un golpe de castigo y el juego se trasladaba a campo español, con un paréntesis para que Linklater se estrenase en el pateo y devolviera los 10 de renta al marcador.

Y llegados al ecuador de la primera parte, se fraguó el momento clave del partido. En una larga posesión rumana en 22, tras varias infracciones españolas en melé y una amarilla para Ascarat que hacían presagiar el ensayo de castigo, España consiguió salir airosa. Eso desató la ira de los Robles. Fonovai, que venía del sin bin por un placaje alto al comienzo del encuentro, se repitió, esta vez sin castigo, y dejó tocado a Belie, que cedió su sitio a Rouet antes de que se llegase al descanso con 13-3 para los Leones.

Volvería en la segunda parte para seguir comandando una línea en la que Malié fue el jugador más desequilibrante. Pero el partido ya se ventilaba en la delantera, con una superioridad insospechada de la española, más dura en el contacto y más disciplinada en las abiertas. Sólo tuvo una pequeña pájara perdiendo dos touchs seguidas. Pero el viento soplaba a favor y no llegaron a costar puntos en contra.

Entre eso y el resurgir del pie de Linklater, tres de tres en el segundo tiempo, se amarró la victoria, sólo amenazada por un ensayo rumano que llegó tarde.  Tuvieron una última posesión para intentar buscar el bonus defensivo los Robles, pero concedieron su enésimo golpe de castigo y el oval volvió a manos españolas. Rouet y sus gordos sólo tenían que matar el partido con varias fases de delantera y eso hicieron. Cumplido el tiempo, el 9 la echó fuera y se desató la fiesta en el Central, que vivió su mejor tarde en años. Los Leones fueron mas leones que nunca y acarician ya el Mundial de Japón.