RUGBY | 6 NACIONES B

España puede volver a un Mundial veinte años después

El camino de la clasificación directa comienza ante Rusia este sábado (13:00, TDP) en Krasnodar. Charly Malié, zaguero del Top-14, estará en la alineación.

FER

De las ocho copas del mundo de rugby disputadas hasta la fecha, España ha estado presente en una, en 1999. Entonces un equipo de amateurs entrenado por el ahora presidente de la FER, Alfonso Feijoo, se midió a Sudáfrica, Escocia y Uruguay en la mayor gesta internacional del rugby español hasta la fecha.

Este sábado, ante Rusia en Krasnodar (13:00, TDP), España arranca el Seis Naciones B con el reto de dar el relevo a los Leones del 99 y clasificarse para su segunda cita mundialista, que será el próximo verano en Japón. Hay tres formas de comprar billete. Pero la primera y más directa, que también es la más complicada, pasa por ganar a Rusia el sábado y a Rumanía el próximo fin de semana en Madrid. Luego vendrían Alemania y Bélgica, mucho más asequibles.  

"Es complicado porque hay que ganar cuatro partidos, incluidos Rusia allí y Rumanía aquí que son muy difíciles, pero tenemos opciones serias de lograrlo", afirma Santiago Santos. Para el primer compromiso, el Seleccionador cuenta con lo mejor que tiene disponible. Hay varios jugadores de segunda francesa, lo más granado del panorama nacional y una figura que destaca por encima del resto: Charly Malié, titular habitual con el Pau en el Top-14 francés. 

En la delantera mandarán el Rey León, Jaime Nava, y Marco Pinto, que encabezará desde la posición de talonador una primera línea con mucho trabajo por delante en los puntos de encuentro y en las melés por la potencia física del pack de los Osos. El desafío de Krasnodar,  donde los rusos pretenden montar una encerrona con más de 20.000 personas en el Estadio Kubán, no le amilana: "Sabemos que son fuertes y el ambiente va a ser tenso, pero vamos a concentrarnos en lo nuestro y a imponer nuestras armas". 

Esas armas son un rugby expansivo, que busca la evasión más que el contacto (sin eludirlo) y que encuentra buenos catalizadores en el ya citado Malié y en la bisagra Guillaume Rouet-Mathieu Belie. "No iremos a la guerra contra ellos. Nuestro juego es un rugby de movimientos y tratar de mantener el balón vivo. Es lo que va con nuestra filosofía y la del rugby latino y además es la mejor manera de batirles", avisa Santos. 

En sus últimos tres enfrentamientos, a uno por año, España ha invertido la tendencia contra los rusos ganando dos y perdiendo uno. La asignatura pendiente es tumbar en su casa a un equipo que cuenta con mucho producto de la liga local y un jugador de cierto nivel como el segunda Andrei Ostrikov, que suma más de 100 partidos con los Sale Sharks de la Premiership inglesa. Si fallara ante Rusia, España aún tiene dos balas en la recámara para acudir al Mundial. Pero antes hay que disparar la primera. 

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Twitter: @russiarugby

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