NATACIÓN

Mireia Belmonte: "La federación no me paga un fisioterapeuta"

La Federación reconoce que "a diario no tiene un fisio, pero sí en las concentraciones y en los campeonatos a los que acude España".

Madrid

Mireia Belmonte llegó a la presentación de su contrato con Hyundai Kona en un coche azul, vestida de negro y con su sonrisa resplandeciente de siempre. Sonrisa que se quedó un poco helada en la entrevista posterior de As cuando reveló que la Federación Española no le paga a un fisioterapeuta. "Un fisio es para un deportista como un mecánico para un coche, y yo no lo tengo", se quejó. Espera que la situación se resuelva en breve. 

Mireia tenía una fisio, Mónica Solana, que ha sido destinada por la federación a otras tareas y que ya no la atiende. 

Este periódico intentó ponerse ayer en contacto insistentemente con la Federación Española para que corroborara, o no, las palabras de la campeona olímpica. Fernando Carpena, el presidente, no contestó a las llamadas de AS, lo mismo que Albert Tubella, el director técnico. Desde el departamento de prensa de la RFEN se comunicó a As que "no había ninguna declaración que hacer". 

En otro orden de cosas, Mireia dijo que este 2018 es un año especial "porque está justo en medio de un ciclo olímpico, pero los objetivos no están sólo en las citas de los Juegos, porque hay otras muchas cosas". Por ejemplo: "No tengo récords en piscina de 50 metros y me gustaría conseguir el europeo de 200 metros mariposa, que es el que tengo más al alcance. Lo intentaré en Glasgow, en agosto, sede de los continentales". 

Su preparación va encaminada a este objetivo: "Me he entrenado en Sierra Nevada la semana pasada y lo hago ahora en el CAR de Sant Cugat. Mezclar la altitud con el nivel del mar siempre me ha ido bien. Estamos pensando en acudir a entrenarnos a Bolivia, a más de 4.000 metros de altura, pero habrá que analizar si puede venir bien prepararse a un altura así, porque, que yo sepa, nadie lo ha experimentado". 

Los Juegos de Tokio 2020 parecen lejanos, pero Mireia no opina lo mismo: "Fui a Pekín 2008 y se hizo corto para Londres 2012 y también para Río 2016. El tiempo pasa muy lejano, pero yo digo siempre que entre unos Juegos y otros hay muchas cosas que hacer y en las que competir". 

Y todos esos objetivos tienen un secreto, además de su inmensa calidad: el trabajo continuo. "Hago ocho horas de entrenamiento diario, cinco en el agua y el resto de pesas, escalada, bicicleta estática, boxeo...". Y justifica lo del pugilato: "Sirve para coordinar mejor, haces trabajo de cárdio y viene muy bien para las competiciones en aguas bravas... aunque no para golpear a las contrincantes, claro". 

 

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