El Ademar León sufre una severa derrota con el Skjern
Los de Rafa Guijosa no fueron productivos en la segunda mitad y cayeron (33-25) en Dinamarca. Sus opciones de seguir pasan por ganar en Rumanía.
El Abanca Ademar de León encajó esta tarde una severa derrota (33-25) en la pista del Skjern Handball danés, tras una segunda parte en la que se secó su producción ofensiva tras un prometedor primer tiempo.
Los leoneses sufrieron su tercera derrota en cuatro partidos disputados -segunda a domicilio- y sus opciones en la lucha por las dos primeras plazas del grupo pasan ineludiblemente por vencer la próxima semana en Rumanía al Dinamo Bucaresti, después de haber visitado quizá a los dos rivales más poderosos, Gorenje y Skjern.
El Ademar entró en el partido con la intensidad y concentración que reclamaba su técnico dada la entidad del rival, que pronto comprobó el buen brazo de Alex Costoya.
Tras el tanteo inicial de color visitante, el poderío de la primera línea danesa, con el sueco Magnus Olsson compitiendo en efectividad con Costoya y los apoyos del veterano Eggert en las penas máximas y del internacional danés Sondergaard, permitió a los locales adquirir mínimas rentas.
La máxima ventaja nórdica de cuatro goles en la primera mitad (16-12, minuto 25) fue mínimamente reducida al descanso (18-15), después de un 'tú a tú' ofensivo entre ambos equipos que no tuvo continuidad en los ademaristas tras la reanudación.
El 6-0 defensivo, pero sobre todo el guardameta Nielsen, se les atragantó a los de Rafael Guijosa, quien, a pesar de pedir muy pronto un tiempo muerto, no pudo impedir el progresivo despegue danés, con dos penas máximas consecutivas falladas por Mario López y Juanín García.
A pesar de que Cupara, que volvió a la portería tras el golpe en la nariz de Biosca, aguantó las acometidas del rival, la escasez de argumentos ofensivos del Ademar, con un desaparecido Costoya y sin alternativas en el otro lateral, solo permitieron un atisbo de recortar la ventaja.
Nielsen seguía inspirado bajo palos y la variedad de opciones locales, junto a la infalibilidad de Eggert, se tradujeron en el definitivo 33-25, que fue la máxima renta nórdica en todo el encuentro.