TRIATLÓN | CHALLENGE DE MADRID

Timothy Van Houten, primer "hombre de hierro" de Madrid

El belga se impuso en la larga distancia del Challenge Madrid (08:33:23) al alemán Krämer y al español Santamaría. Lisa Roberts, la más rápida entre las mujeres.

"El recorrido es tan duro que asusta, pero también es tan espectacular que merece la pena el esfuerzo", comentaba Sofie Goos en la previa del Madrid Challenge. Y al final, todos coincidieron con ella. Los 3,8 kilómetros a nado por el embalse de Riosequillo, los 170 de ciclismo por la Sierra de Guadarrama y el maratón final en Madrid Río con desembocadura en la Puerta del Sol no dejaron indiferente a nadie. Desde el belga Timothy Van Houten, que se adjudicó el triunfo con un tiempo de 08:33:23, hasta Manuel Dávalos, "Tete", un pacense que calificaba el tramo de bici como "algo propio de una etapa reina de la Vuelta a España".

En el agua el más rápido fue Dylan McNeice, un neozelandés que cuando se enfunda el neopreno y empieza a brazear es un auténtico torpedo. Salió de Riosequillo con casi seis minutos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, el portugués José Estrangeiro. Ya en la bici se las arregló para mantenerse en posición de podium, pero Van Houten, nativo de un país en el que la bicicleta es religión, venía por detrás en plan Van Avermaet, marcando el mejor tiempo en dos de los tres parciales para llegar a Madrid en un primer puesto que ya no se le escaparía. Mientras tanto McNeice acusaba el desgaste de la natación y un latigazo en la espalda que le obligó a retirarse en la tercera vuelta de la carrera. Ya en Sol se sentía realizado: "mientras haya llegado hasta aquí y pueda tomarme una cerveza bien fría todo bien".

Así las cosas entraron en escena dos nuevos actores en la lucha por el podio: un gigante alemán de nombre Lucas Krämer (08:49:09) y un clásico del triatlón español, Alejandro Santamaría (08:56:21). Como recitar todo su palmarés daría para otra pieza entera, quedémonos con que ha sido campeón de España, de Europa y del mundo en distintas modalidades y ha completado más de una veintena de Ironman con 15 top-10 y varios podiums. Hoy sumó otra muesca más a su revólver. Emergió en Buitrago en 11ª posición y fue remontando paulatinamente hasta el tercer puesto. No pasó de ahí porque Krämer se entregó hasta tal punto de que cayó desfallecido en la meta y dos auxiliares tuvieron que sentarle, a duras penas, en una silla. Ambos completaron el cajón en una abarrotada Puerta del Sol entre lágrimas de Santamaría, que no podía con la emoción de cazar una presea en el que quizá sea el lugar más icónico de su Comunidad natal. "En un par de meses estaremos tomándonos las uvas viendo por televisión dónde yo he conseguido cruzar una línea de meta de un Ironman", aventuraba. Otros nacionales destacados como Iván Álvarez o Javier García finalizaron 7º y 9º, respectivamente.

Y entre las mujeres la más resiliente fue Lisa Roberts. Todo coraje. Después de 9 horas, 34 minutos y 51 segundos de un esfuerzo imposible para la mayoría de mortales, la estadounidense era una sonrisa andante que no paró de elogiar a la organización de la carrera: "la logística era muy complicada por el trazado pero todo ha salido muy bien y este final, aquí... Es muy especial, es un verdadero placer ganar en este lugar". Detrás suyo llegaron la checa Gabriella Zelinka, que se fundió medio desmayada en un abrazo con su pareja, el también competidor hoy Zoltán Petsuk, y la belga Sofie Goos. A ella también le esperaba su marido en meta y juntos bailaron al son de la música que sonaba en aquel momento.

No era la única feliz hoy. Zibi Szlufcik, CEO de Challenge Family que hizo la bici en la categoría de relevos, se mostraba encantado de sumar una gran capital más a su calendario: "Nos apetecía mucho esta prueba. Tenemos planes para el futuro aquí, a tres o cuatro años vista. Esta carrera va a ser icónica". Por lo visto hoy, seguramente no se equivoque.

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