Antonio Brown completa una nueva barbaridad de partido
El receptor de los Pittsburgh Steelers, que éste año estrena contrató, demostró que en los últimos años nadie puede igualar su enorme aportación.
Cosas que han cambiado respecto al año pasado en la rivalidad entre los Cleveland Browns y los Pittsburgh Steelers. Los Browns son mejores en defensa. Los Browns son mejores en ataque. Los Browns tienen un quarterback que pinta a una solución a medio plazo como no han tenido desde que tenemos uso de razón. Los Steelers son un año más viejos, en especial Ben Roethlisberger. Le'Veon Bell no ha entrenado con el equipo en toda la pretemporada y eso le hace menos efectivo, al menos en las primeras semanas.
Cosas que no han cambiado: Antonio Brown.
Y es ahí donde radicó la diferencia de un partido en el que los Cleveland Browns se pueden sentir satisfechos de los pasos adelante que han dado y de cómo pueden pensar en competir con los "chicos grandes", y, a la vez, se van con la derrota de rigor ante unos de sus más detestados enemigos.
Antonio Brown. El receptor se ha presentado a esta temporada con un nuevo contrato, que le hace ser un hombre rico y le hace cobrar como la absoluta élite que es, y en su primera ocasión de demostrar que los Steelers no se equivocan con él, se ha salido.
Once veces miró para él Ben Roethlisberger, once veces le puso el balón a su alcance, once veces lo cogió, y con él avanzó 182 increíbles yardas. Las brutalidad de 16,5 yardas por recepción.
Y, en algunos momentos, de forma totalmente crucial. Cuando más apretaban los Browns, cuando parecían que tenían el partido a su alcance y que los Steelers no encontraban solución, Big Ben tiró el libro de jugadas a la basura y se dedicó a buscar casi de forma exclusiva a su receptor estrella. Éste respondió cogiendo tras balones seguidos, en un mismo drive, de levantarte de la silla.
Los Steelers, en general, dejaron sensaciones encontradas en este primer partido de la temporada. Podíamos esperarlo por como ha sido la pretemporada. Antonio Brown, en concreto, fue una fuerza imparable y la demostración palmaria, que igual no hacía falta por redundante, que no hay wide receiver capaz de igualar su producción en toda la NFL.