Javi Fernández: el Quijote que hizo realidad "lo imposible"
El madrileño, de 26 años, afronta esta temporada los Juegos Olímpicos y lo hará representando al legendario personaje literario español.
Javi Fernández se fue a América cuando era un chaval en busca del “sueño imposible” de ser el mejor patinador artístico del planeta. Ahora, a sus 26 años, lo ha logrado. Ha sido dos veces oro mundial, pentacampeón europeo y en febrero de 2018 tiene la cita más especial: los Juegos Olímpicos de PyeongChang. Del 20 al 23 de septiembre en el Autumn Classic de Montreal empieza su temporada olímpica. “Será una prueba para mostrar los nuevos programas y ver qué reacción tiene la gente con ellos”, cuenta Javi desde Toronto, tras acabar un extenuante entrenamiento.
Para esos programas ha elegido dos personajes muy especiales. En el corto hará de Chaplin: “Es un viejo conocido, que ya toqué hace unos años, aunque esta vez será muy diferente el papel”. Con él, alcanzó su segundo bronce mundial y se convirtió en uno de los patinadores más fuertes del mundo. “Le tengo un cariño especial, es cierto”, sigue Fernández, que confiesa que todavía no ha visto el traje.
El que sí se ha probado es el vestuario de su show largo (“creo que es muy chulo”), en el que se convertirá en Don Quijote: “Es un personaje español universal y está bien que la gente lo vea y lo conozca”. ¿Se puede parecer a Javi por el hecho de buscarse la vida sin nada que perder? “Puede ser, en eso de buscar el sueño imposible se puede asemejar a mí. Me gusta esa idea”, dice el prodigio madrileño, que no se ve con la necesidad de sumergirse en la fiebre de los cuádruples saltos para estar con los mejores: “He comprobado con mi entrenador que los programas, si se ejecutan bien, pueden tener un nivel muy alto”. Estudian meter un cuádruple bucle, pero “sin presión”.
Superjavi habla con ilusión especial de sus terceros Juegos Olímpicos: “Esta vez será diferente a las anteriores, llego con experiencia y ya un currículum más dilatado. También es cierto que ahora hay una generación de jóvenes patinadores y todo estará mucho más igualado”. Él ofrece sobre todo “trabajo y trabajo” en el Cricket Club de Toronto, donde machaca a diario saltos y danza: “Te empeñas en que todos los días salgan las cosas perfectas en los entrenamientos, pero también tienes que tener la madurez suficiente para gestionar esa tensión”. Javi Fernández fue un Quijote, pero él convirtió el “sueño imposible” en realidad. Ahora llega otra bonita batalla... la olímpica.