BARCELONA 92 | XXV ANIVERSARIO
Los Juegos de Barcelona dejaron un buen legado en instalaciones
El Estadio Olímpico Lluís Companys y el Palacio de Deportes, las excepciones. En el Sant Jordi se van a hacer conciertos de Shakira, Elton John...
Los Juegos Olímpicos de 1992 dejaron a Barcelona un espléndido legado de instalaciones, la inmensa mayoría de las cuales se siguen utilizando de forma habitual, aunque no siempre para actividades o competiciones deportivas.
El remozado Estadio Olímpico de Montjuïc acogió la brillante Ceremonia Inaugural y la de Clausura, las pruebas de atletismo en pista y las llegadas de la marcha y el maratón. Sobre su material sintético logró Fermín Cacho el oro en los 1.500. Ha cambiado de nombre y desde 2001 se llama Estadio Olímpico Lluís Companys.
Tras los Juegos, fue la casa del Espanyol entre 1997 y 2009, desde la demolición del Estadio de la Carretera de Sarriá (que fue sede olímpica de fútbol) a la construcción del actual de Cornellá.
Actualmente, el estadio de Montjuïc no tiene apenas actividad deportiva. Es uno de los cinco recintos españoles que tiene la máxima catalogación de la UEFA. El pasado 18 de julio acogió un multitudinario concierto de U2.
En la otra instalación emblemática de Barcelona 92, el Palau Sant Jordi, se celebran competiciones deportivas, eventos sociales, congresos y conciertos. Para este año están programados, entre otros, los de Lady Gaga, Shakira y Elton John.
Las piscinas Bernard Picornell, escenario de la primera medalla de oro de la natación olímpica española (Martín López Zubero), tienen ahora uso público, están abiertas todo el año y se utilizan para entrenamientos y cursos de natación. Se complementan con saunas, salas de fitness, canchas de pádel, jacuzzi...
El Palau Blaugrana, que acogió en los Juegos las competiciones de judo (allí ganó Miriam Blasco el primer oro español femenino de la historia), taekwondo y hockey patines (ambos, deportes de exhibición) es la cancha en la que juegan ahora los primeros equipos de las exitosas secciones del Barça en baloncesto, balonmano, hockey patines y fútbol sala.
Buen rendimiento deportivo, pues, para la mayoría de las instalaciones olímpicas, salvo para el Estadio Lluís Companys. Y nulo para el Palacio de los Deportes, llamado ahora Barcelona Teatre Musical, que desde el año 2000 no tiene ninguna actividad deportiva.