El dúo español se "desajusta" pero conserva la quinta posición
Ona Carbonell y Paula Ramírez tiene margen de mejora para pelear por la cuarta plaza ante Japón. "Esperábamos una puntuación de 92 puntos", dijo la solista.
Caía la noche en Budapest cuando Ona Carbonell y Paula Ramírez interpretaron, bajo unos acordes de flamenco, la rutina libre que les debía acercar a pelear al menos por la cuarta plaza mundial. Pero los jueces valoraron la coreografía un punto y tres décimas menos que la de Japón, que ocupa esa plaza (91.3667). “Lo interpretamos bien, pero estuvo algo desajustado. Tenemos margen de mejora, creíamos que íbamos a llegar a 92 puntos. Es una rutina libre, artística y creíamos que tendríamos más nota”, valoró Ona Carbonell.
Las coreografías españolas son de las más aplaudidas en la piscina ubicada en una zona idílica, junto al castillo que de empaque a la populosa Plaza de los Héroes, en un enclave natural y londinense en medio de la ciudad húngara. La pareja rusa rompió las puntuaciones superando los 96 puntos (96.6333) y dejando claro que, mejorando algún elemento, puede alcanzar los 97 en la final. Le siguen las hermanas Jiang, asesoradas por Anna Tarrés, con una puntuación de plata (94.9333), mientras que Ucrania se consolida en el bronce por delante de Japón (92.8333).
A la FINA se le fue de las manos con la apertura de equipos para este dúo, ya que la rutina, que estaba prevista que finalizara a las 21:30, no acabó hasta las 23:10, con la participación de 43 parejas. La noche cerrado se cernió sobre Budapest, y el sonido de las músicas y le potente iluminación eran una luciérnaga en ciudad. Ona Carbonell tuvo la suerte de salir de las primeras. Este miércoles se levantará a las 7:00 en busca de una plata y, por qué no, pelear un oro histórico. “Mucha gente me dice que lo luche porque es posible. Saldré la última y lo daré todo”, comentó a este diario.