Manuela Carmena: "Nos inquieta la violencia en el deporte"
La alcaldesa de Madrid visitó la redacción de AS este martes, justo cuando se cumplían dos años de su toma de posesión en el Ayuntamiento.
El 13 de junio de 2015, Manuela Carmena Castrillo tomó posesión al frente de la alcaldía de Madrid, la ciudad donde nació el 9 de febrero de 1944, en la zona de la Dehesa de la Villa, hija de madrileña y toledano. Después de una dilatada carrera judicial, la juez emérita ha regresado a una política que ya ejerció en los 70. Ayer, justo el día en el que se cumplen dos años de su investidura, la alcaldesa visitaba la redacción del AS, que en este 2017 celebra su 50 aniversario. Fechas redondas.
“¿Qué es lo que le ha quedado de estos dos primeros años?”, le preguntamos a Carmena. “Que conozco más la historia, los barrios, los monumentos, las asociaciones, sus gentes... Madrid es apasionante, nunca se acaba, una ciudad llena de vida”.
En este periodo le ha tocado celebrar títulos con los equipos punteros de la capital. Y ha sorprendido con sus obsequios: “A las chicas del Atlético de Madrid les hemos regalado medallas de chocolate por la Liga, pero con Neptuno. Al Real Madrid se las dimos con Cibeles cuando ganaron ese mismo título y ahora hemos repetido el presente con la Champions. A Ronaldo y Marcelo les dije: ‘Dan suerte, ya lo habéis visto’. Y a las chicas, pues espero que lo mismo, porque ahora tienen la fase final de la Copa de Reina”.
Son encuentros cargados de alegría... Y de anécdotas: “Como Nacho es diabético, nos pidieron que si podíamos hacer unas chocolatinas sin azúcar”. De la plantilla del Madrid destaca a Sergio Ramos, “que es muy simpático”, y a Marcelo, “que es una monada”. Y de las féminas del Atleti, “que son simpáticas y guapas, como Cristiano Ronaldo, pero en chicas”. Y no entra en el debate del dinero que ganan los futbolistas o las estrellas del deporte: “No me preocupa. Con que paguen impuestos, yo tranquila”.
Al margen de esta parte festiva, Manuela Carmena desprende una enorme sensibilidad social: “Nos inquieta la violencia en el deporte. Tenemos un grupo de 10.000 voluntarios para hacer campañas, entre ellos los voluntarios júnior, de chavales entre 9 y 13 años. Hace poco participaron en una sobre bullying escolar, que nos fue muy bien. Y ahora queremos activar otra campaña de ‘no violencia en el deporte’, porque estamos muy sensibilizados con este problema. Hay un incremento. Ya cuando estaba en la judicatura veía muchas cosas, sobre todo de clubes de categoría inferior: ¡Los padres, madre mía cómo se pegan!”.
Entre las políticas de integración del Ayuntamiento, el deporte también tiene protagonismo: “Estoy muy contenta con el trabajo de equipos que estamos haciendo en los barrios. Tenemos los Dragones de Lavapiés, de fútbol, que son inmigrantes mayoritariamente sudamericanos y subsaharianos. Y ahora queremos formar otro de baloncesto en La Cañada Real. Hay tanta gente que llega en patera, a los que intentamos ayudar. Muchos subsaharianos que vienen fuertes y sanos. El deporte es un camino para su integración, su desarrollo…”.
Carmena reconoce que le gusta más “practicar el deporte que presenciarlo”. Le pasa con el tenis: “Cuando he ido a verlo, no lo entiendo y me pierdo. El año pasado, en la ceremonia, creía que tenía que entregar la copa al que había perdido (Andy Murray) en lugar de al ganador (Nole Djokovic)”. Y con el ciclismo: “Me ocurre lo mismo con la Vuelta a España: me aburre. Sin embargo, yo monto en bicicleta. Tengo un grupo. Ya me han dicho que este verano vamos a los Lagos de Gran Bretaña y al ver el desnivel, ya les he pedido que me pongan bicicleta eléctrica”.
La mención al ciclismo nos traslada a otro problema actual: “Los accidentes han aumentado, lo estamos viendo. No solo con la bici, también los de tráfico. Acabamos de tener una reunión con la Policía Municipal para buscar una solución”.
Unas soluciones que sí se han encontrado para tener el Wanda Metropolitano en los plazos: “Me hace mucha ilusión que avance. Hemos tenido que superar muchas complicaciones para que esté a tiempo y hemos trabajado con el Atlético punto a punto”. El coordinador municipal, Luis Cueto, añade una novedosa idea del proyecto rojiblanco: “Quieren copiar el modelo americano con actividades tres o cuatro horas antes del partido”. Al otro lado de la acera, el Real Madrid, “un club impresionante porque se conoce hasta en el lugar más lejano”, también tendrá su remodelación en su estadio: “Eso ya está aprobado y en marcha”.
Después de tres intentos consecutivos frustrados, la posibilidad de una futura candidatura olímpica es pregunta obligada. “Rotundamente, no”, responde sin titubeos. Esta es la razón: “Si nos hubiéramos encontrado un Madrid olímpico en 2016 conmigo como alcaldesa, hubiera sido algo fantástico. Pero no fue así y ahora no vemos que sea el momento. La situación económica no lo aconseja. Ya tenemos bastantes cosas sin acabar, nos hemos encontrado con muchas cosas deshechas, como el estadio de Gallup, el parque de La Gavia, el Centro Acuático… Se gastó a manos llenas”.
Entre las edificaciones emblemáticas para los Juegos Olímpicos emerge la Caja Mágica: “Estamos intentando que haya más utilización, que tenga más contenido”. El equipo municipal se ha topado aquí con un conflicto con la constructora FCC. Lo explica Cueto: “Antes de que llegara la Comisión de Evalución del COI entraron las prisas con los permisos: ‘Certifica, certifica…’. Iba a costar 85 millones al Ayuntamiento y se terminaron desembolsando 205. Luego nos reclamaron 33, que al final se cerraron en siete”.
Las divergencias con el tenis van más allá de estos litigios y alcanzan al Open de Madrid. “El Ayuntamiento pone 12 millones y estamos renegociando, porque nos parece excesivo”, advierte Cueto. “Una parte de esa cifra es a cambio de entradas (unas 4.000) que no queremos. Las estamos repartiendo a colectivos sociales, entre hospitales, centros sociales, escuelas, inmigrantes...”. Este mismo año, la organización vendió una parte de esas localidades y el Ayuntamiento recuperó más de 400.000 euros. “De esos 12 millones, cinco van dirigidos a los premios. Con dinero público, queremos que esa partida sea igualitaria para hombres y mujeres. Si luego quieren pagar más a los hombres, que lo saquen del sector privado”.
“Estaríamos de acuerdo en pagar cinco millones”, continúa Cueto. “Y queremos renegociar para rebajarlo en siete”. En ese tira y afloja, el propietario del torneo, Ion Tiriac, ofrece como compensación “ayudar al fomento del tenis en los barrios a través de su fundación”, apunta Carmena.
El Open de Madrid da un retorno de 80 millones para la ciudad, informa Cueto. “Eso está muy bien, el tenis es buenísimo, pero hay otras cosas con más retorno que nos vale menos: el mejor ejemplo es el Real Madrid, que no nos cuesta nada”. Y pone otro: “Bollywood Madrid (la gala de premios de cine de la India) nos devolvió 200 millones en imagen y nos costó uno”.
En esa línea esperan que funcione el World Pride Madrid, el Orgullo Mundial, del 23 de junio al 2 de julio y que, por cierto, incorporará actividades deportivas. “El año pasado, en el Orgullo Nacional, hubo un millón de personas de fuera. Esta vez se puede doblar”, explica Felipe Llamas, jefe de gabinete de la alcaldesa, que deja un reto sobre la mesa: “En el deporte no salen homosexuales, pero también los hay... Sería bueno que eso se tratara con naturalidad”. Y Cueto apostilla: “Esa semana lanzará un mensaje de que Madrid es una ciudad de tolerancia”.
La charla se extiende distendida. Surge la recuperación del Beti Jai, ese frontón escondido “que congeló el tiempo a finales del Siglo XIX...”. Pero el tiempo sí se agota para este encuentro con la alcaldesa, que bromea en su despedida: “Os vamos a enviar unas chocolatinas a la redacción del AS”.