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MASTERS DE AUGUSTA

Sergio García pone el mundo a sus pies con su Chaqueta Verde

Persoonalidades del deporte, los medios... se han volcado con el triunfo del golfista español en el Masters de Augusta.

Sergio García, en Nueva York.
AFP

Michael Phelps, Rafa Nadal, Tiger Woods, Iker Casillas, Pau Gasol... El deporte mundial felicitó a Sergio García por su victoria en el Masters de Augusta, un triunfo que se esperaba desde hace 18 años, cuando optó en 1999 al PGA en Medinah, y que llegó en 2017 en el National, después de jugar 74 majors. Dio la vuelta al planeta por su protagonista y por la manera en que consiguió la gesta. Apareció en el New York Times, USA Today, L’Equipe... Todos coincidían: “García ya tiene su major”.

“Su carrera ha pasado de ‘un podría haber sido’ a tener hueco en el ‘Hall of Fame”, destacaban en Golf Magazine. Al enfundarse la Chaqueta Verde, que tuvo que cambiar porque le dieron dos tallas más (primero una 40 y le valía la 38), Sergio, a los 37 años, se quitó el lastre de ser ‘el mejor golfista del mundo sin majors’. “Al menos soy el mejor”, se consolaba antes. Ya no hará falta.

Sergio ganó en Augusta en “una batalla increíble” como la definió Rose, el rival esta vez del español. García comenzó mandando, pasó una crisis tremenda del 10 al 13 y esta vez sí... resurgió. En el 18 pudo ganar el torneo, pero un mal putt le llevó al playoff. Ahí sentenció, con el birdie que valió un Masters.

La mirada, los golpes, las sensaciones que transmitía Sergio García eran diferentes a las de otras veces en Augusta, el campo del que dijo que no era “justo”, en el que renunció a la posibilidad de ganar un major en 2012 (“no tengo juego suficiente”, se resignaba). Pero él, de sangre caliente y temperamental, resolvió la complicada ecuación de los grandes con una fórmula sencilla: “La tranquilidad”. “Sentí la calma que jamás había tenido en un major. Últimamente he pensado de forma más positiva”, contó.

Así conquistó el octavo major de la historia de España, en el cumpleaños de Seve Ballesteros, que ganó cinco grandes. El primer Masters del de Pedreña fue en 1980, precisamente en el año que nació Sergio. Coincidencias mágicas. A Seve hay que sumarle tres British (1979, 1984 y 1988) y la Chaqueta Verde de 1983. Después llegarían las dos de Olazábal, en 1994 y 1999, cuando García fue el mejor amateur: 18 años después es el mejor de todos.

Lo celebró con una paella del conocido chef José Andrés, que acompañó a Sergio en el chalet de Augusta. Allí estaban Figo, buen amigo, y Angela Akins, su prometida, con la que se casará en julio. Un entorno idílico para conquistar el Masters y para que al fin, tras 73 disgustos, el mundo se rindiera ante él.