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Todos apuestan por el sexto título de Francia, salvo Noruega

Este domingo se disputa en París una final inédita porque el equipo nórdico jamás había llegado ni a las semifinales hasta este Mundial

Actualizado a
Nikola Karabatic, la estrella actual de Francia,
BENOIT TESSIERREUTERS

Francia ha llenado todos sus partidos, y en los dos de octavos y cuartos de final, con más de 28.000 espectadores cada uno, rompió los récords de público en encuentros de campeonatos mundiales. Este domingo, en el Accorhotels de París (17:30, Teledeporte) no se llegará al número de seguidores del Stade Pierre Mauroy de Lille, pero se colmarán también las 16.000 entradas para la final de los franceses con los noruegos, que forman el equipo revelación: nunca habían llegado a la semifinal, y se han metido directamente en la lucha por el título, y además como equipo invitado porque en la eliminatoria de clasificación les derrotaron los eslovenos.

Esta es la séptima final de los franceses, que han ganando cinco, el país que más veces ha levantado la copa de campeón, y eso que hasta 1995 no había ganando ninguno. Pero es que desde 2001, cuando Francia ganó a Suecia la final en París, de ocho campeonatos ha ganando la mitad. Es decir, los galos lo tienen claro: no juegan las finales, las ganan. Por eso son los favoritos en todas las apuestas, por eso tienen una ventaja de cuatro a uno respecto a los noruegos.

Sí, todos reconocen el favoritismo francés, salvo los noruegos. Y hoy mismo su estrella, el central Sanders Sagosen, pedía que les dejasen "seguir soñando", porque su país jamás había llegado tan lejos y ellos están "felices por disputar el oro frente al anfitrión".

El problema noruego puede ser físico, porque llega a la final con un día de descanso y tras jugar el viernes una prórroga con Croacia, mientras que Francia ha tenido un día más para recuperar fuerzas; y, además, cinco de sus jugadores básicos han disputado más de 300 minutos, por sólo tres en las filas francesas. Los extremos noruegos Bjorsen y Jondal son insustituibles, casi con siete horas de juego cada uno.

En realidad, Francia llega más fresco, en teoría, y ha repartido los minutos entre todos sus hombres, también a la hora de ser decisivos con sus goles, mientras que Noruega vive de los tantos de sus extremos intocables (68 tantos entre ambos) los de su central Sagosen (40) y de su pivote Myrhol (38), un veterano que no desmerece por afán y lucha entre tanto joven.

Francia no conoce la derrota en todo el Mundial, y Noruega sólo ha perdido con Francia en el fase de grupos, un 31-28 de descarado protagonismo arbitral en pos del equipo de casa. En las finales no suele ser tan parcial la labor de los árbitros. Y, además, dos de los jugadores franceses, Omeyer y Narcisse, que ya estaban en el Mundial de 2001, pueden completar su repóquer de mundiales, cinco, los más laureados de la historia,