Los Royals echarán mucho de menos a Yordano Ventura
La trágica muerte del pitcher dominicano ha causado un daño difícil de reparar en un equipo que tenía aspiraciones para 2017.
No hace ni siquiera cuatro meses que el béisbol sufría una noticia horrible, como fue el fallecimiento de José Fernández, el gran pitcher de los Miami Marlins, un suceso que nos dejó conmocionados y del que todavía no nos hemos recuperado, ni probablemente lo haremos jamás, por la pérdida de una figura carismática y cuyo inmenso talento nos vaticinaba extraordinarias jornadas de gloria para el pasatiempo nacional.
Y hace poco más de 24 horas, el béisbol sufría otra enorme ausencia con Yordano Ventura, lanzador de los Kansas City Royals.
Si utilizamos la expresión frustrante nos quedaríamos cortos. La muerte de un joven jugador de únicamente 25 años, con unas condiciones soberbias y que era muy querido dentro de su propia organización, establecerá paralelismos entre su persona y la del cubano de los Marlins.
Es totalmente inevitable.
Porque se trata de una pena inmensa, una injusticia que clama a los cuatro vientos por la tristeza que nos deja, esa sensación de vacío que no podrá ser sustituida ya que Ventura se trataba de un muchacho estupendo que podía ofrecer un espectáculo maravilloso sobre el montículo de las Grandes Ligas y, mucho más importante todavía, con toda una vida por delante.
Yordano era frustrantemente irregular. Digo frustrante porque con un brazo derecho tocado por los dioses de este deporte que casi llegaba a las 100 millas por hora en un cuerpo que no parecía apropiado para ello y del que surgieron comparaciones con Pedro Martínez, su única salida era dominar y hacerlo una y otra vez sobre los bateadores de la MLB, cosa que no siempre sucedía.
Tan pronto era capaz de dominar a los rivales, tal como hizo en el sexto encuentro de las Series Mundiales de 2014 contra los San Francisco Giants como perder los papeles cuando las cosas no le salían bien, como sucedió en la olvidable pelea que inició con su bolazo sobre Manny Machado la temporada pasada.
Sin embargo, ese instante pareció marcar un antes y un después en el proceso de maduración que llevaba a cabo el dominicano, que no olvidemos que era un muchacho tremendamente joven. Desde ese momento, se mostró mucho más calmado, centrado y dejando que su soberbio talento hablase por él, que suele ser siempre la mejor solución.
Los Kansas City Royals vieron suficientes aspectos positivos como para ofrecerle una ampliación de contrato en abril de 2015 y que le garantizaría unos ingresos de 23 millones de dólares, más que suficientes para garantizar su bienestar y el de todos sus seres queridos. Irónicamente, 2017 iba a ser el primer año en el que el salario de Yordano iba a experimentar un salto cualitativo con 3.45 millones de dólares y otros 17.4 también garantizados para los dos siguientes años.
En este preciso momento, cuando los Royals buscan en esta temporada que empezará en poco más de dos meses una última oportunidad de competir con este fantástico grupo que fue subcampeón en 2014 y ganador en 2015, su ausencia deja un hueco inmenso no sólo en su rotación, con pocas certezas como Danny Duffy o Ian Kennedy y demasiados interrogantes, sino más en el vestuario, donde su vitalidad eran muy valoradas.
El fallecimiento de Yordano Ventura nos deja un vacío tremendo y una sensación de incredulidad difícil de comprender por lo que acaba de ocurrir.
De hecho, es imposible.