Ocho oros muy especiales
Los diez deportistas Premios AS 2016 no sólo nos dejaron este verano en los Juegos de Río siete oros olímpicos y uno paralímpico, también fotografías que se suman a los podios, las medallas,...
Los Juegos de Río no sólo dejaron sus medallas, siete oros olímpicos y uno paralímpico, de diez deportistas que, desde el lunes, guardarán en su casa el corazón de hierro forjado de los Premios AS como recuerdo de este 2016. También dejaron fotos, momentos, instantes inolvidables, de piel de gallina. Puede ser esa que cuenta una carrera, la de una nadadora que acaba de ser campeona olímpica. Mireira Belmonte. Tocó la pared, salió del agua y corrió, corrió a la grada. Buscaba a alguien: a su padre, a José, siempre ahí, siempre, siempre. El abrazo que se dieron allá se sintió acá, en España, a 8.140 kilómetros. Tan fuerte era.
Y si la foto de Mireia fue una carrera, de Carolina quedaron las lágrimas. Las suyas y las nuestras. Porque se escuchaba el himno en Brasil y lloraba España pegada a una tele porque ella lloraba. De alegría. Al sentir, al fin, el peso de ese sueño en el cuello. El oro. Tanto esfuerzo, tanto sacrificio, tanto. Si las lágrimas hablaran, las de Carolina, seguro, en ese momento hubieran contado esto.
Hablar como la piragua de otro campeón olímpico, “M. Walz”, que confundía. ¿Pero cómo se apellida nuestro campeón? La tele decía Cooper, su canoa, Walz. Él explicó: son los dos. Marcus Cooper Walz. Desde Río, España ya no olvidará, apellide como le apellide una piragua. En la de Saúl y Cristian había escrito dos. Los suyos: Craviotto y Toro. Uno Policía. Otro, aspirante. Los dos juntos muy grandes, gigantes. Como grande, gigante, enorme, fue el salto que dio Marc López justo después de lograrlo, la medalla, el sueño, el oro, y con un amigo, el más grande, Rafa. Su emoción en Río emocionó a España. Allí era de día, aquí madrugada. Nadie dormía. ¿Cómo?
Uno se hubiera perdido estos momentos, estas fotos. Las de los olímpicos o paralímpicos como Teresa Perales al volver a ganar el oro. Ella también buscó a su familia tras la piscina. Estaba en la grada, toda. AS pregunta: “¿Invitarías a algún olímpico a unas cañas?”. “Gasol, pero mejor sin alcohol, que se me sube muy rápido”, contesta.
Cerveza. En eso pensaba Ruth después de todo, de lograrlo, de tener el oro ahí, en el pecho, balanceándose tan cerquita del corazón. Lo contó a cámara en la primera entrevista tras alcanzar la medalla olímpica. Era la que le faltaba. Río, la última casilla. Ni siquiera la foto es capaz de condensar la emoción de ese momento allí, en Río, adonde los deportistas llegaron cargados de maletas (cinco y dos kayaks Maialen) y regresaron de oro... Y Premios AS 2016.