NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Chiefs 24 - Jets 3

Fitzpatrick hace del Chiefs-Jets una orgía de intercepciones

El quarterback del equipo de Nueva York pierde los papeles y envía seis pases al contrario, aunque pudieron ser muchos más, en un horror de partido.

Actualizado a
Sep 25, 2016; Kansas City, MO, USA; New York Jets quarterback Ryan Fitzpatrick (14) throws a pass under pressure from Kansas City Chiefs outside linebacker Frank Zombo (51) in the first half at Arrowhead Stadium. Mandatory Credit: John Rieger-USA TODAY Sports
John RiegerUSA Today Sports

Seis intercepciones, seis. Como seis soles. Ryan Fitzpatrick convirtió el Kansas City Chiefs-New York Jets en una parodia de partido de la NFL. Ganaron los primeros por 24 puntos a 3, pero lo que se recordará es el poco cuidado del quarterback del equipo de Nueva York con el balón.

Voy más allá: se recordará que perdió los papeles y se comportó como si el partido y su imagen le diesen completamente igual. Porque en un drive horrible y desesperanzador lanzó hasta tres balones susceptibles de acabar en los brazos del equipo rival. Seguidos. Los tres a las manos de la secundaria, aunque sólo el último acabó suponiendo un cambio de posesión.

¿Qué le pasó por la cabeza a Fitzpatrick? Es difícil de explicar en un veterano que las ha visto de mil colores en esta liga. Los tres últimos drives acabaron con intercepción de manera continua, insistente. Es como si quisiese terminar de una vez con la pesadilla y lo único que hacía era sumergirse aún más en ella.

Durante el partido la tónica no fue tan exagerada, pero los Jets perdieron por no cuidar del balón. De hecho, los 24 puntos de los Chiefs llegaron tras recuperar, de una manera u otra, la pelota. Con un fumble de equipos especiales, por ejemplo, retornaron para touch down y se pusieron 17-0. El 7-0 llegó tras una primera intercepción de Marcus Peters. Y el 24-3 final con Derrick Johnson entrando en la end zone ante la indiferencia de los jugadores de los Jets.

Todo análisis del encuentro queda, por fuerza, subyugado a este hecho. Pero lo cierto es que los Kansas City Chiefs se comportaron, casi al cien por cien, como uno esperaría que se comportasen los Kansas City Chiefs. Fueron sensatos y no cometieron riesgos. Alternaron la carrera con pases cortos e intermedios. Usaron a Travis Kelce la mayor parte de las veces, y no fueron muchas, en las que estuvieron comprometidos. Se sintieron cómodos y dejaron que el partido llegara a ellos.

Justo lo contrario que los Jets. Hasta la hecatombe final apenas si pudieron desplegar nada de su juego. Baste decir que Eric Decker atrapó su primer balón del partido cuando ya habían transcurrido tres minutos del último cuarto. Tampoco Brandon Marshall apareció mucho, acabando con tres recepciones para 27 yardas.

Los Chiefs ponen su récord en 2-1 y se refuerzan a sí mismos con una victoria ajustada a lo que son, a su filosofía y su esencia actual. Pero lo peor es para los Jets, y no sólo por el 1-2 que indica su récord, sino por una bajada de brazos incomprensible de su quarterback titular, que en un último periodo vergonzoso dimitió de su obligación como jugador de football para convertir el encuentro en una parodia.