Así es el ataque de los New England Patriots ****
Un ataque comandado por un Tom Brady, con ganas de revancha, puede ser el mayor de los espectáculos de la liga. Gronko y Edelman le apoyarán.
Coordinador ofensivo: Josh Mcdaniels *****
Josh McDaniels aparece siempre en la lista de candidatos a ser entrenador jefe cuando llega la hora del relevo en los banquillos. Pero ya van varias temporadas que prefiere quedarse a la sombra de Belichick. Su jefe le anima a innovar, le permite diseñar jugadas inteligentes y creativas, y se ha convertido en esencial para entender este ataque.
Su gran estrella: Tom Brady
Cuatro anillos, seis presencias en la Super Bowl, perpetuo en las listas de candidatos al MVP al final de cada temporada, en playoffs año sí año también y serio candidato a mejor jugador de la historia de este invento. Pero hay una cosa muy cierta: nadie aún ha vencido al señor tiempo, y Brady se acerca a los cuarenta años.
Gronkowski es una de las grandes estrellas de la liga. No sólo ha revolucionado la posición de tight end, y es esencial para entender el ataque de los Patriots, sino que su personalidad le hace un favoritos de los fans.
Quarterbacks *****
A estas alturas de la película es imposible que os diga nada nuevo de Tom Brady. De hecho, si has llegado a leer esto es porque una pequeña noción de la NFL tienes y, siendo así, por pequeña que sea, sabrás que este señor tiene título de semidios. Y lo de semi no lo tengo tan claro. Pero tan cierto como eso es que tiene 39 años y que el padre tiempo, que dicen los norteamericanos, aún está imbatido. ¿Será Jimmy Garoppolo su sucesor? Está por ver, pero tendrá una ocasión monumental para mostrarlo en el próximo mes de abril; será entonces cuando Brady cumpla sus cuatro partidos de sanción por el ‘Deflategate’ y cuando Garoppolo ocupe la titularidad del puesto de quarterback en los New England Patriots. Veremos si le pesa o no.
Línea ofensiva **
La línea ofensiva de los Patriots la pasada temporada fue mala tirando a muy mala. Pero a ello contribuyó el hecho de tener lesiones a lo largo y ancho de la unidad casi de continuo. El principal problema fue el de Nate Solder, que cayó a principios de año en una lesión de las que dejarle fuera para toda la temporada. El left tackle es, probablemente, el mejor jugador de la unidad y su ausencia se dejó notar no sólo por sí misma sino porque demostró que la profundidad de la plantilla no era mucha en este grupo. Sebastian Vollmer, por ejemplo, también tuvo problemas físicos y llegó tocado a los playoffs. No es de extrañar, por lo tanto, que la derrota ante los Denver Broncos viniese protagonizada por un paass rush estelar e imparable. La vuelta de ambos hombres a las esquinas, esperemos que al 100%, ha de darles sobriedad, y gente como Bryan Stork y Tre’ Jackson tienen capacidad para ser mejores de lo que mostraron.
Corredores *
Un año más, los Patriots entran en la temporada con sus opciones en el puesto de runningback limitadas. No viven de que ninguno de ellos sea estrella, pues su sistema en el uso de varios jugadores, y con diferentes características, para explotar la mente ofensiva de Josh McDaniels, pero eso no quita para que, por nombres, dejen mucho que desear. LeGarrette Blount es un tipo que no ha rendido fuera del ecosistema de los Pats, por lo que resulta sospechoso.
Receptores **
Da la sensación de que el cuerpo de receptores de los Patriots se hace más pequeño a cada año que pasa. Obviamente, es algo buscado, para favorecer un sistema que premia a ese emjambre de tipos que van saliendo de la línea de scrimeage en todas direcciones y que Tom Brady esocge en medio de una maraña de aparente caos. La palabra clave es aparente. Julian Edelman y Danny Amendola repiten en ese rol en el que tanto han lucido. Sobre todo el primero, elevado casi a leyenda del equipo por su increíble rendimiento como sustituto de Wes Welker. Amendola tardó más en adaptarse pero también ha acabado por encajar como un guante. Les acompañan dos recien llegados, que no pasan del metro ochentaycinco centímetros. Uno es Nate Washington, rebotado de mil aventuras, últimamente en Tennessee y Houston, y el otro Chris Hogan, que alcanzó fama por su mote ‘Seven Eleven’ por estar siempre abierto. Y, bueno, no, es exagerado.
Tight ends *****
Los Patriots pueden permitirse tener un cuerpo de receptores tan peculiar, tan personal, porque tienen en el puesto de tight end al arma ofensiva definitiva de la NFL: Rob Gronkowski. Sin Gronko está sobre el campo, este equipo es otro. Su potencia, calidad, habilidad y presencia hacen de él un jugador único e insustituible, también indefendible. Pues para que la posición sea aún más crucial en el esquema de New England han fichado al buen Martellus Bennett.