No sé si conocéis el viejo cuento de la araña a la que unos científicos van arrancando patas para estudiar su reacción. Por fin, le arrancan la última y le dicen “arañita, anda”, y la araña ahí quieta, sin moverse, mirando a su interlocutor fijamente. “Araña, que andes”. Y nada. En su informe, el científico escribió: “cuando la araña se queda sin patas se vuelve sorda”. Este año, nos hacemos la misma pregunta “¿Cuántas patas les quedan a los Patriots antes de quedarse sordos?”
1 Los cuatro primeros partidos han de fijar el tono del resto de la campaña. Si las cosas no salen en esas jornadas sin Tom Brady, los Patriots van a encontrar una gran excusa y se van a sentir aún seguros de sí mismos, pero les obligaría a jugar sin red el resto de la temporada, y eso es muy peligroso en una liga kamikaze como la NFL. Son claves esos cuatro partidos.
2 El nivel de la línea ofensiva. Uno de los mayores problemas en el bajón del equipo el año pasado llegado el mes de diciembre, y su posterior derrota en Denver en playoffs, tuvo mucho que ver con los problemas de lesiones que lastraron a esta unidad. Incluso cuando los nombres volvieron, sus sensaciones no fueron las mejores. Han de recuperar el nivel de antaño.
3 La defensa tiene potencial para ser grande, pero no está exenta de dudas debido a los nombres que han perdido. Suplir a Chandler Jones no será fácil, y Terrance Knighton está lejos del jugador que fue. Los cornerbacks también hacen levantar la ceja y el cuerpo de linebackers parece, por primera vez en temporada, con poca profundidad. Será interesante evaluarles.