Previa de la temporada NFL-2016 de los Dallas Cowboys
Si su quarterback consigue mantenerse sano, podrían apelar a un ataque explosivo por tierra y aire para tapar todas las carencias de una defensa inexistente.
Última oportunidad de Romo, sin defensa, pero con Elliott
En el mundo del deporte siempre hay que mirar hacia adelante. Lo contrario es garantía de fracaso. Las circunstancias cambian a ritmo meteórico; el mismo al que un jugador estelar entra en decadencia, un novato se asienta como figura y el perfil del vestuario se altera irremediablemente por esos dos pequeños detalles.
Por eso desconcierta que los Cowboys intenten poner en práctica el plan que el año pasado les colocaba entre los grandes favoritos si conseguían fichar a Adrian Peterson, la única pieza maestra que les faltaba en el puzzle. Lo malo es que las circunstancias han cambiado. Y aunque Ezekiel Elliott, su sorprendente elección de primera ronda, pueda convertirse en un corredor de leyenda, la sensación es que había agujeros más urgentes.
Su primer problema es el mismo que les colapsó la pasada temporada: la salud de Romo. Y esa volverá a ser la mayor incógnita: ¿será capaz de mantenerse sano? ¿Cuánto le queda antes de romperse del todo? La línea ofensiva seguirá siendo, muy probablemente, la mejor de la NFL, hay calidad y cantidad en el cuerpo de receptores, el backfield ya fue poderoso en 2016, antes de elegir a Elliott, y fichar a Alfred Morris… pero nada de eso sirve si tu estupendo quarterback parece un Ecce Hommo.
El otro gran problema, quizá el principal problema, es que la defensa volvió a ser inexistente en 2016 después de su mejoría doce meses antes. De hecho, ese aspecto del juego se ha convertido ya en un hándicap enquistado para ellos. Hay que remontarse mucho para recordar la última defensa de verdad en los Cowboys. En estos momentos necesitan mejorarlo todo. Desde el pass rush hasta la protección contra la carrera interior, pasando por una secundaria que da la risa. Esas urgencias desesperadas colocan un gran interrogante no solo sobre la elección de Elliott, sino también sobre la atrevida decisión de adquirir a Jaylon Smith en segunda ronda, un linebacker con potencial infinito, pero que se perderá por lesión la temporada de rookie, y eso si vuelve a jugar. La defensa fue protagonista durante el resto de su draft, pero será difícil que con un impacto inmediato.
Es cierto que un ataque como el de 2015 facilitaría mucho las cosas a la defensa, y los Cowboys quizá puedan ser aspirantes legítimos si Romo consigue mantenerse sano, pero parece que en Dallas no tienen muy claro si deben mirar hacia atrás, en busca de un anillo imposible, o centrarse en poner los cimientos de un proyecto futuro, para el que necesitarán encontrar cuanto antes al sucesor de Tony Romo.
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Las tres claves del equipo por Alberto Zaragoza
1 Un rendimiento inmediato de un Ezekiel Elliott, que no comienza su carrera como la mayoría de rookies, sino como una superestrella. De su desempeño dependen muchas de las aspiraciones del equipo incluyendo la salud y juego de Tony Romo, además del rendimiento de una defensa que puede aprovecharse de un juego terrestre machacón para estar fresca y rendir a buen nivel.
2 Suerte con las lesiones. Temporada tras temporada se hace complicado ver a Tony Romo, Dez Bryant o Sean Lee jugar todos los encuentros, el lastre para el equipo de perder continuamente a varias de sus superestrellas se hace notar. Si la suerte les sonríe en este aspecto, va a ser realmente complicado poder derrotar a estos Cowboys.
3 Byron Jones. En su segundo año, el que fuese primera ronda debe incrementar todavía más el gran nivel de juego e implicación mostrados la pasada temporada. En él va a recaer la tarea de que la secundaria pueda ofrecer por fin un buen nivel de juego, gracias a su polivalencia e intensidad puede acabar siendo una estrella de la liga.
Lo mejor
1 La mejor línea ofensiva de toda la competición y tiene margen de mejora.
2 En Dan Bailey tienen a uno de los kickers más fiables de toda la NFL.
3 Playmakers a ambos lados del balón: Dez Bryant, Sean Lee...
Lo peor
1 Una secundaria casi huérfana que está obligada a dar un paso al frente.
2 Lirregularidad por las continuas lesiones en jugadores claves.
3 Dos décadas sin ser una franquicia ganadora pese a haber tenido grandes conjuntos.
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