Nate Ebner y Jahvid Best, dos NFL en los Juegos de Río 2016

A simple vista, pocas cosas más alejadas de unos Juegos Olímpicos que la NFL. El nexo común de la actividad deportiva se ve enterrada y pisoteada a poco que se pose la mirada en las diferencias entre la profesionalidad extrema de la liga de football y el, con perdón, espíritu amateur que guía a la mayoría de participantes en unos Juegos.

Por supuesto, al rascar un poco sobre esa superficie aparece la cruda realidad de lo que son, a día de hoy, las reuniones polideportivas celebradas cada cuatro años: un monumento al profesionalismo y a la venta indiscriminada de valores y actitudes que en nada acompañan a la teoría original. No hablo de los atletas sino, evidentemente, de la organización.

El caso es que hay dos deportistas que nos pueden servir de nexo de unión entre estos mundos. Se trata de Nate Ebner y Jahvid Best, relacionados ambos con la hiperprofesional, inhumana y monetaria NFL, y que estarán presentes en Río 2016.

Nate Ebner es safety de los New England Patriots. Durante este periodo sin football pidió permiso a su entrenador, Bill Belichick, para perseguir el sueño olímpico de estar en el equipo estadounidense de Rugby 7. Belichick se lo concedió porque confía en él desde que le eligió en el draft en sexta ronda y considera que la experiencia no sólo le vendrá bien, sino que le tendrá a punto para cuando comience la temporada en septiembre.

Ebner consiguió su objetivo. Es un enamorado del rugby. De hecho, era su deporte principal tanto en el instituto como en la universidad de Ohio State, a dónde llegó para practicar este deporte. Sólo por la insistencia de sus entrenadores probó en el football y fue capaz de convertirse en profesional. 

Debutará el próximo martes nueve de agosto frente a Australia, y sus opciones de medalla son muy escasas.

La dramática relación de Best con el football

Jahvid Best, por su parte, es un caso especial. Fue corredor estrella de la universidad de California, pero siempre tuvo muchos problemas con las conmociones cerebrales. Para muestra, un duro botón:

Sin embargo, su innegable talento pudo con cualquier duda y fue elegido en primera ronda del draft de 2010 por los Detroit Lions. Por desgracia, estaba a un mal golpe de no poder practicar este deporte. En 2011, tras su última conmoción, recibió el "no" de los doctores del equipo para volver al campo y nunca le dejaron regresar. Tuvo que retirarse.

Entonces comenzó su lucha por llegar a ser olímpico. Su padre era de la pequeña isla caribeña de Santa Lucía, y allí fue a hacer las pruebas para competir en los cien metros lisos. Lo consiguió, siendo tan sólo uno de los dos representantes del país en Río 2016. Su marca, 10.16, augura que no pasará de las primeras rondas, pero podrá decir que participó en unos Juegos.

Ambos son las dos primeras primeras personas que han jugado en la NFL y que participarán en unos Juegos Olímpicos de verano. El mítico Herschel Walker también lo hizo, pero en las de invierno, en Albertville 92.