Así es el ataque de los Arizona Cardinals *****

Coordinador ofensivo: Harold Goodwin ***

Harold Goodwin es la mano derecha de Arians. En él confía para que ejecute su plan. Por eso no puede ser considerado, poca gente lo hace, como un coordinador estelar, pero como apoyo es insustituible para su jefe, por lo que su valor es enorme. El año pasado consiguió dotar de equilibrio terrestre a una bestia aérea. Han de mantenerse.

Su gran estrella: Carson Palmer

Sus dos actuaciones en playoff, ante Packers y Panthers, han dejado una imagen y un sabor amargo de Palmer, pero no es justo olvidar el resto de la temporada pasada, en la que estuvo imperial. No le quedan muchas oportunidades, quizás ésta sea la última, pero no por ello hay que darle por muerto. Ni a él ni al equipo.

Estrella ofensiva: Larry Fitzgerald

Aún con su edad, sigue siendo la gran referencia del ataque de los Cardinals. El día que se retire no va a haber espacio suficiente en el estadio para hacerle el homenaje que merece en la franquicia.

Quarterbacks ****

La temporada pasada de Carson Palmer fue estadísticamente hablando la mejor de su carrera. Hasta la explosión final de Cam Newton se le consideró candidato claro al MVP, combinando su clásica precisión en los pases con el estilo de “pistolero” al que Bruce Arians gusta dotar a sus quarterbacks. Una lesión en un dedo de su mano lanzadora redujo su efectividad en los playoffs, lo que hizo dudar si sus malas actuaciones fueron debidas a la lesión o más bien a los nervios. En cualquier caso, los Cardinals cuentan con un quarterback franquicia siempre y cuando consiga evitar los problemas físicos. Detrás de Palmer aparece Drew Stanton, quien cuenta con la suficiente confianza del staff y general manager para haber renovado por dos campañas.

Línea ofensiva ****

La línea ofensiva de los Cardinals va a sufrir tres cambios en su quinteto titular. Empecemos por la parte que se mantiene, el lado izquierdo. Jared Veldheer se ha asentado como uno de los tackles más consistentes de la NFL y parece mentira que los Raiders le dejaran marchar hace dos años. A su lado, Mike Iupati, otro olvidado de la bahía, en este caso por los 49ers, formó un buen tándem con su nuevo compañero y su fichaje fue clave para que el juego terrestre de Arizona despegara. Vamos con los cambios. El veterano Evan Mathis llega con contrato de un año y en busca de su segunda Super Bowl consecutiva. Su labor como tutor de D.J. Humphries será importante. Como rookie no pisó el campo y se ganó entrar en la perrera de Arians. Ahora parece más maduro y preparado para demostrar que fue una 1ª ronda. Por el puesto de center lucharán A.Q. Shipley, quien tiene experiencia pero no deja de ser un jornalero y el novato Evan Boehm.

Corredores ****

En 2015 este grupo era una incógnita. Un año después es uno de los backfields más completos de la liga. David Johnson anotó 13 touchdowns como rookie y hacia el final de la campaña demostró que puede ser un corredor franquicia. El otro Johnson, Chris, tuvo el camino inverso. Iba camino de las 1000 yardas cuando una lesión cortó de raíz su temporada. Ambos formarán un buen 1-2 con la carta del explosivo Andre Ellington (6.4 yardas por carrera en 2015) por detrás.

Receptores *****

El grupo de running backs es muy bueno pero el de receptores lo supera. Sus tres jugadores principales poseen características diferentes que son perfectamente utilizadas por Arians para sacarles todo el partido posible. Larry Fitzgerald es el líder del vestuario, un guerrero que no se rinde nunca y saca lo mejor de sí mismo en los momentos difíciles. Sus recepciones clave ganaron partidos ante Cincinnati y Green Bay en los playoffs. Fitzgerald se está tomando cada temporada como si fuera la última, pero ni mucho menos es un jugador acabado. Michael Floyd es el prototípico receptor para jugar en el exterior con excelente talla y además en año de contrato. Tal como decíamos en la previa de 2015, John Brown estaba llamado a dar un salto cualitativo. Lo hizo hasta el punto de superar las 1000 yardas pese a recibir un “target” menos que la campaña anterior. J.J. Nelson (27.2 yardas por recepción) completa un magnífico cuarteto.

Tight ends **

Poco a poco y sin hacer mucho ruido esta unidad fue asentándose y teniendo más valor en el equipo. No nos engañemos, el peligro del juego aéreo de los Cardinals viene de sus wide receivers, pero los tight ends no deben ser pasados por alto. Gresham llegó en verano, pero aportó lo suficiente para ser renovado. Fells dio un gran salto de calidad en su segunda campaña NFL tras muchos años como jugador de baloncesto. Y no olvidemos a Troy Niklas, una 2ª ronda de 2014.

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