Las batallas en el training camp de los Browns
La llegada de un nuevo régimen a Cleveland abre las oportunidades a los jóvenes de hacerse hueco en el equipo, y obliga a los veteranos a demostrar de nuevo su valía.
Mientras buena parte de la población trata de sobreponerse al que ya empieza a ser sofocante calor planificando las vacaciones de Agosto, en la NFL, los jugadores que han tenido la fortuna de formar parte de los 90 del roster de pretemporada se preparan para el examen más importante, la oposición definitiva, la prueba de acceso que les permitirá participar en este increíble circo… al menos un año más. El training-camp pondrá a todos en su sitio. Separará a los novatos válidos de los que no; a los veteranos inmortales de los acabados; a los supervivientes, de quienes se lesionen. Sólo hay 32 equipos. Sólo 53 plazas en cada uno. No hay lugar para todos. Tu compañero es tu primer enemigo. El término “batalla”, ya sea por la titularidad o por no ser despedido, puede parecer grandilocuente,… o puede que no tanto.
En ningún equipo de la AFC Norte, estas refriegas serán tan dramáticas como en Cleveland. La llegada de un nuevo staff técnico siempre supone una revolución a nivel de personal. Cualquier rookie, da igual cómo fuese seleccionado, piensa con legitimidad que tiene opciones. Por su parte, quienes continúan del régimen anterior, asumen que de poco valdrá su trayectoria si no convencen a los nuevos entrenadores. Además, el enérgico Hue Jackson es un head-coach sin miedo a alinear noveles ni a prescindir de leyendas. Podríamos afirmar que todos parten de cero, pero en algunas posiciones, la incertidumbre es mayor que en otras.
Por ejemplo, la de Wide-Receiver. La única certeza es la titularidad de Coleman. La lógica apunta a que su acompañante sea Hawkins, el más experimentado de la plantilla, pero quién sabe si la renovación ofensiva llevará a otro novato tal responsabilidad. En este caso, Higgins podría ser el beneficiado. No obstante, todas estas cábalas desaparecerían en el momento en que la NFL levantase la sanción a Gordon, porque entonces sería éste el elegido. Pero el grupo es profundo. Payton y Louis son rookies escogidos por este cuerpo técnico. Gabriel y Jennings, que ya estaban en el equipo, son jóvenes aún. Y luego está Pryor, el QB reconvertido sobre quien Jackson siempre depositó muchas esperanzas. Muchos nombres para una posición en la que dadas las necesidades en otros puestos, sería una frivolidad llevar más de 6 jugadores.
Otra demarcación huérfana de titularidad es la de Right Tackle. Con el resto de las posiciones de línea ofensiva confirmadas (Thomas-LT, Bitonio-LG, Erving-C, Greco-RG), la duda surge sobre quién cubrirá la vacante dejada por Schwartz. Aunque el undrafted Pasztor no lo hizo mal el año pasado, da la impresión que el favorito es el ex-seahawk Bailey. Pero no debemos descartar a Bowie, otro exiliado de Seattle, ni mucho menos al rookie de 3ª ronda Shon Coleman. Cuatro aspirantes que podrían ser cinco si el también novato Drango confirma las buenas sensaciones de los primeros entrenamientos y entra directamente en la pugna; o bien, se gana la titularidad como OG, desplazando al más curtido Bitonio hacia el RT.
Si miramos hacia la defensa, en la posición de Cornerback concurren circunstancias muy parecidas a la de WR. Hay un titular indiscutible (Haden) y junto a él, presumiblemente el veterano Tramon Williams. Como slot-CB el candidato sería el otro Williams, K’Waun. Estos serían los tres primeros, pero tras ellos hay un buen conjunto de jóvenes prometedores: Gaines, de 2º año; Taylor, obtenido de Miami vía trade; y Caldwell, drafteado este año. Todo esto sin olvidar al primera ronda de 2014, Justin Gilbert, cuyo paso por la liga ha sido hasta ahora decepcionante, pero a quien quizá el nuevo cuerpo técnico sea capaz de recuperar. Tal es la sobrepoblación del puesto que a otra de las promesas, Desir, le están probando como safety. Como en el caso de los WRs, se antoja complicado que conserven más de 6 en el roster.
Si bien las posiciones citadas pueden ser las más reñidas por la igualdad y cantidad de competidores, otras disputas también dispensarán gran interés. ¿Progresará Griffin lo suficiente como para convertirse en indiscutible sobre McCown? ¿Qué RB tendrá más protagonismo: Crowell o Johnson? ¿Conservará Mingo su condición de OLB titular ante el empuje de los rookies Ogbah y Schobert? ¿Quién se hará finalmente con la plaza de retornador? Dudas de las que empezaremos a salir en poco más un mes, cuando a partir del 29 de Julio empiecen los entrenamientos en Berea, Ohio. Un training-camp que se promete disputado y abierto, pero sobre todo, muy emocionante para cualquier aficionado. La victoria de los Cavaliers en la NBA ha disparado la ilusión en “Believeland” hasta límites insospechados, y la impresión generalizada es que no hay nada imposible para estos Browns de 2016.