Sam Bradford pide el traspado de los Eagles y se pone en huelga
El enfado del QB es mayúsculo tras ver como su equipo sube en el draft con la más que posible intención de elegir a un competidor en su puesto.
A Sam Bradford la competencia le pone nervioso. O eso parece. Ha exigido el traspaso y ha anunciado a su equipo que no participará en ninguna actividad de offseason, según ha afirmado el periodista de la ESPN Adam Schefter.
El QB de los Philadelphia Eagles se ha cogido un cabreo monumental tras dejar reposar en su mente el hecho de que su equipo haya subido en el draft para hacerse, casi con total seguridad, con otro jugador para su puesto. Los de Philly pasaron, primero, del #13 al #8 al traspasar a Byron Maxwell y Kiko Alonso a los Miami Dolphinis y, luego, se fueron al #2 de los Browns dando una tercera y una cuarta ronda de este año, una primera del que viene y una segunda de dentro de dos años, amén de recibir una cuarta del draft del año que viene. Es lógico pensar que eso lo hacen por un QB.
Sam Bradford sabe eso. Sabe que va a tener que pelear con esa sombra todo el año. Que cada vez que cometa un error la prensa y los aficionados de Philadelphia, nada conocidos por su paciencia, se van a lanzar en tromba a exigir la titularidad del novato-ilusionante-futura-cara-de-la-franquicia. Y no le gusta nada. Por eso quiere irse de ahí.
Además, hay un punto claro de ego herido. Bradford ha negociado un nuevo contrato este año con los Eagles y ha sacado una tajada imponente, al menos visto su nivel reciente. 18 millones por año, 24 asegurados, 36 en dos temporadas. Eso grita 'QB titular sin asteriscos' y, con esa mentalidad, ha afrontado su futuro. Ahora se ve traicionado.
El problema que tiene es, precisamente, ese contrato. Cuesta imaginar que alguien asumirá esas cantidades. Broncos, Jets y 49ers, los equipos con mayores necesidades en el puesto, no han querido pagar ni la mitad a jugadores de un nivel similar, así que el mercado parece poco receptivo. Lo que sucede es que si Bradford está realmente comprometido en dejar Philadelphia tendrá que hacer alguna concesión económica y, ahí, es donde se verá la verdadera demanda que tiene. Por cierto, que no parece que los 49ers fueran a entrar en esa puja viendo como acabó Chip Kelly el año pasado con Sam como QB titular.
Dicen que si tienes dos QBs no tienes ninguno. Pues en Philadelphia tienen tres, sumando al también bien pagado Chase Daniel, y la situación no mejora mucho: el titular se quiere ir, enfadado como una mona, y que sea el novato el que mande ya. A ver como acaba esto.