El cinturón y la cruel realidad de Pablo Sandoval
El antesalista fue enviado por Boston a la lista de lesionados sin ser revisado; En general, la semana ha sido buena para los latinos.
Los peloteros latinos son importantes en el rendimiento de cualquier novena de Grandes Ligas y varios tienen papeles clave o indispensables, pero no todo ha sido alegría para los jugadores de habla hispana durante la presente semana.
En los últimos días, y realmente desde la temporada pasada, hay un jugador latino que no logra recuperar su nivel y que parece tener contadas las horas en Boston: Pablo Sandoval.
Y lo que parece haber iniciado la cuenta regresiva para la salida del venezolano de la organización de los Medias Rojas es una situación que, a primera vista, parecería ridícula, luego de que el pasado 9 de abril, el cinturón de Sandoval se desabrochó tras fallar un swing al que aplicó mucha fuerza.
Tras iniciar la temporada regular en la banca por su baja producción en las prácticas de primavera y un mal 2015, los patirrojos no dudaron en poner a Sandoval en la lista de lesionados con una dolencia en el hombro que el equipo ni se molestó en evaluar.
Ante tal escenario, Sandoval, quien no tiene hit en siete turnos al bat en 2016, indicó que quiere quedarse en Boston sólo si juega diario, pero los Medias Rojas, al menos en privado, le han indicado que eso no sucederá a menos de que baje de peso.
Sandoval está listado con 115 kilos, pero su apariencia lo hace lucir más pesado, aspecto que lo hizo batallar en 2015 con un promedio de .245, 10 jonrones y sólo 47 carreras remolcadas.
Apenas Sandoval les informó de su molestia en el hombro y los Medias Rojas aprovecharon para mandarlo de inmediato a la lista de lesionados sin siquiera revisarlo, lo que habla de la desesperación del equipo porque el tercera base venezolano produzca.
De cualquier forma, parece que Boston ya comenzó a hacer llamadas para ofrecer a Sandoval en un canje. Habrá que ver quién se arriesga a adquirir un contrato al que le faltan 75 millones por cubrir hasta 2019 y un pelotero pasado de peso al que se le debe pagar esa cantidad.
CARLOS CARRASCO ALZA LA MANO
Un venezolano que retomó su forma es el pitcher Carlos Carrasco, quien en su segunda salida de la temporada demostró por qué es candidato a ganar el Cy Young.
Carrasco, abridor de Cleveland, ganó su primer juego de 2016 el pasado miércoles, en el triunfo de los Indios por 4-1 sobre Tampa Bay, con un formidable trabajo de ocho entradas en las que permitió cuatro hits, una carrera, regaló un pasaporte y ponchó a ocho rivales.
En 2015, Carrasco recibió poco más de un punto porcentual en la votación al Cy Young.
ADRIÁN BELTRÉ ELEVA SU PRODUCCIÓN
Y si de ser productivo con el madero se trata, el dominicano Adrián Beltré sabe cómo hacerlo.
En un par de juegos esta semana, ambos ante Seattle, Beltré produjo seis carreras, cinco de ellas en un solo partido al conectar un doble y un jonrón el pasado 12 de abril.
Beltré llegó a nueve carreras producidas en la campaña y desde el 8 de abril hasta la jornada de ayer, batea para .357 con ocho producidas, cinco dobletes y 2 jonrones.
JAIME GARCÍA LANZA JOYA DE PITCHEO
Tras la conclusión de las primeras series de la semana, terminamos nuestro corte de caja con la actuación en la loma del mexicano Jaime García, quien hizo historia al ganar su primer juego del año.
El lanzador de San Luis tuvo una soberbia salida la tarde del jueves 14 de abril, en la que recorrió toda la ruta y permitió sólo un hit y sumó 13 ponches para ayudar a los Cardenales a blanquear 7-0 a Milwaukee.
Los 13 chocolates que recetó son una marca personal para el tamaulipeco y también la cifra más alta de ponches para un lanzador zurdo de los Cardenales desde que Steve Carlton sumó 16 en 1970.
El pecado que separó a García del sin hit fue un hit del jardinero de los Cerveceros, Domingo Santana, en la sexta entrada.
Otro mexicano que tuvo un sólido desempeño ayer jueves fue el pitcher de Colorado, Jorge de la Rosa, quien además de trabajar seis entradas y dos tercios y permitir cuatro carreras, tres de ellas limpias, y ponchar a siete rivales, fue efectivo con el bat.
De la Rosa se fue de 3-2, anotó una carrera y produjo dos para ayudar a su causa y ganar su primer juego del año con los Rockies.