Los Mets empiezan a notar la presión y eso se nota

Unido al más que manido dicho sobre que el béisbol no es un sprint sino una maratón, se decía que los partidos de abril no eran importantes, pero por lo visto en las últimas horas, parece que el calor y la presión hacen mella en Terry Collins, el técnico de los New York Mets.

Después de iniciar la temporada con un pésimo récord de 2-5 y con un ataque que está, pero al que todavía se le espera, la necesidad de sumar un triunfo y parar la mala racha se notó y mucho con la utilización de Jeurys Familia.

En la actualidad, los técnicos se muestran inflexibles a la hora de utilizar a sus closers, sus pitchers cerradores, los encargados de acabar los partidos con el resultado en un pañuelo y asegurar la victoria. De esta manera, los entrenadores se niegan en redondo a utilizarles antes de la última entrada y, por supuesto, jamás en un empate cuando se juega como visitante.

Sin embargo, estos planes se pueden ver modificados en los playoffs y se les puede ‘estirar’ para que consigan más allá de los tres últimos eliminados, con lo que aparecen en la octava para lograr uno o dos. El caso más reciente lo tenemos con los Royals y el uso de Wade Davis. El mejor ejemplo pasado, lo tendremos siempre en la memoria con Mariano Rivera y sus New York Yankees.

No obstante, la presión que se está generando ante la dificultad de generar una tendencia positiva es tal, que Terry Collins llegó a utilizar anoche a Jeurys Familia, su closer, para conseguir los últimos cinco eliminados y esto no es normal. Lo bueno es que consiguieron imponerse a los Miami Marlins por 2-1.

¿Quién decía que los partidos en abril no importaban?

Hay una cosa clara. A los Mets les está costando un error arrancar. Y más allá de los problemas puntuales de algunos titulares, es que el ataque no está produciendo casi nada. De la novena titular y olvidemos al pitcher, sólo hay dos jugadores que se aproximan a un OPS (la suma entre el porcentaje en base (OBP) y el slugging) que pueda ser razonable a tenor de lo que ha pasado en sus carreras. Sólo David Wright (.838) y Michael Conforto (.773). Sólo es cuestión de tiempo que el ataque empiece a flexionar los músculos como antaño, pero la paciencia (y los nervios) ya están haciendo acto de presencia.

Mientras tanto, los seguidores pueden estar más que satisfechos con el esfuerzo de Yoenis Céspedes, que ha sido cuestionado en ocasiones por su indolencia, pero que se jugó el físico a la hora de atrapar esta pelota.

Tranquilos, New York Mets. Esto no ha hecho más que comenzar.