La gran final del Parejas calienta motores en el frontón Bizkaia

El sábado llega al Bizkaia bilbaíno la final de los números. De récords. Urrutikoetxea puede lograr el triplete en un mismo año. Irujo y Aimar van para leyenda: trece txapelas. Juan acumula 23 finales y dos años estelares (2006 y 2014) en los que ganó todo. Jugará su séptima final de la especialidad, siendo víctima solo en la primera, con Lasa III; con seis zagueros distintos y cinco txapelas. Si vence en Miribilla, se coronará como el pelotari con más entorchados en la historia en duetos, superando a dos históricos como Antton Maiz (cinco txapelas con cuatro delanteros diferentes en siete finales) y Julián Retegi (cinco títulos con tres zagueros distintos en siete finales). De hecho, de los pelotaris que siguen en activo, solamente Olaizola II, con dos cetros, es el único que suma más de uno. “No me quita el sueño. Voy a por ella como si no tuviera ninguna. Llevar cinco no me va a dar nada el sábado, lo que te da de comer es el presente”, expone el genio de Ibero tras la elección de material de hoy. Aimar-Urruti eligieron pelotas con peso de 104,8, 104,2 y 105. E Irujo-Rezusta se decantaron por otras de 106,8 104,1 y 105,1. “Son de las parejas más difíciles de batir que me he encontrado nunca”, expone el iberoarra.

Sólo tienen las tres txapelas (Manomanista, Cuatro y Medio, y Parejas) en su casa los elegidos: Aimar, Irujo, Barriola, Retegi y Arretxe. Urruti repite que sólo piensa en la triple corona por las preguntas de los periodistas. “No le doy vueltas, me lo recordáis vosotros, es bonito entrar en la historia. Trataré de hacerlo lo mejor posible, ojalá salga bien”. Podría el segundo delantero que se impone como zaguero. Y al lado de Aimar, que le ha ayudado a crecer mucho. “Que llegue a las tres finales y que las gane sería increíble, jugando toda la vida de delantero. No va a haber ninguno más que consiga eso, lo valoraremos cuando haya pasado mucho tiempo”, expone el goizuetarra, quien añadió que hay un par de cueros de los elegidos para la final que son muy vivos. “Sólo se valora la txapela, pero también hay que ver lo que se hace el resto del año”, protesta.

Ambas parejas tienen claro que será importante contener a los rivales en el fulgurante inicio que se espera el sábado por la tarde. Rezusta vive una experiencia novedosa: arrasó en la liguilla de cuartos, pasó ciertas dificultades en semifinales y ahora está ante su primera final. “Todo es nuevo, no estoy acostumbrado, pero no estoy nervioso”, templa. “Que disfrute del momento. Llevo muchas finales, pero siempre tienes los nervios. El 20-10 que me levantaron en mi última final aquí (en el acotado) fue un accidente, no pienso en eso. Estos días y este tipo de partidos son los más importantes, juegas para vivir instantes como estos”, concluye Irujo.