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GOLF | MASTERS DE AUGUSTA

El novato Cabrera Bello y Sergio se enfrentan al reto del Masters

El castellonense y el canario son los dos únicos representantes españoles en el Masters de Augusta. Day, McIlroy o Johnson, claros favoritos.

Rafa Cabrera Bello y Sergio García.
ERIK S. LESSEREFE

Masters de Augusta 2016 en directo

El National de Augusta es un lugar cuidado, un campo verde perfecto para cuando llega el Masters, con ese sabor antiguo, auténtico y selecto que perdura desde su creación en 1934. Sin embargo, todo es nuevo para Rafa Cabrera Bello, canario de 31 años, que disputa desde hoy por primera vez el major. “Es mejor todavía de lo que imaginaba. Crecí viendo jugar en el Masters a Olazábal”, dice el aprendiz, que no compartirá torneo con su referente Txema, ganador en 1994 y 1999, ausente ahora por problemas físicos.

Augusta es el grande que le faltaba por jugar a Cabrera Bello... y llega pletórico. En las dos últimas semanas, el español ha firmado dos puestos de relumbrón. Tercero en el Mundial de match-play (le valió el pase al Masters) y cuarto hace menos de 100 horas en Houston con un vueltón final de 65. “Veo que tengo control sobre mi juego. Aunque sé que este es un campo que hace falta jugarlo muchas veces”, afirma Rafa, que tiene como hándicap la “inexperiencia”. Para paliarla ha machacado su ‘caliente’ swing junto a su entrenador David Leadbetter, que trabajó con Faldo, Norman...

El canario escucha consejos de los sabios. Del coach, de Olazábal, de Mike Weir, que jugó con él una vuelta de prácticas... y de su amigo Sergio García. “¡Vaya añito lleva Rafa!”, exclama el de Borriol, con molestias en la muñeca que conoce bien el National. Sergio cumple 18 Masters desde que debutó en 1999, siendo amateur, con 19 años, en los primeros compases de El Niño. “Tengo canas en la barba, pero soy el mismo”, revela García.

García y Cabrera Bello se intentarán colar en el cruce a tres bandas de Jason Day, Jordan Spieth y Rory McIlroy, los tres superhéroes veinteañeros, que luchan por dominarel mundo. Protagonista de la cena de campeones, otra tradición de Augusta, fue el texano Spieth, que escogió pollo barbacoa para sus comensales como homenaje a su victoria de 2015, con 21 años. “Fue exquisito”, dijo. Sólo ha jugado dos Masters y suma un segundo y un primero. Cabrera Bello se fija.

El que más en forma llega es el australiano Day, número uno mundial y con dos victorias en 2016. El norirlandés McIlroy, que vivió en el Masters de 2011 su primer desamor con el golf, es la esperanza europea. “Tengo juego para ganar”, dice. No estará Tiger, en paradero desconocido. Nicklaus y Player harán la salida de honor, bajo la mirada de Palmer. Son el Big Three, historia viva de Augusta.