Marvin Jones patrocinará a su hermana Vanessa para ir a Río
El nuevo jugador de los Detroit Lions se encargará de pagar todos los gastos para que su hermana persiga el sueño de correr en los Juegos Olímpicos.
Marvin Jones lleva un 2016 movidito. Tras firmar un contrato con los Detroit Lions de 40 millones por 5 años, con los 8 millones de este 2016 garantizados, ha decidido pagar, de su propio bolsillo, todos los gastos de su hermana Vanessa de cara a conseguir su sueño de competir en los juegos olímpicos de Río 2016.
Jones, receptor de la NFL, salió al mercado persa de la agencia libre de la liga sabiendo que su equipo, los Cincinnati Bengals, le querían y pujarían por él. Y, sin embargo, prefirió meterse en la vorágine de las pujas y los juegos de agentes y general managers. Acertó de pleno, visto el resultado, claro, porque firmó un contrato importante tal y como está el mercado de los receptores de acompañamiento, que es lo que es él.
Pero entre tanta alegría por su crecimiento profesional apareció una sombra de tristeza. Su hermana, Vanessa, acababa su periodo dentro del equipo de atletismo de la universidad de USC y se quedaba destrozada emocionalmente al ver que no conseguía un patrocinio para aspirar a competir en Río 2016. Así que Marvin decidió solucionarlo.
Contactó con Jahvid Best, ex-running back de la NFL, curiosamente también de los Detroit Lions, y compañero de Jones en la universidad de California para preguntarle por su situación, pues ahora es velocista. Best le contó que estaba en California, en un centro de alto rendimiento, y le dijo que por unos 5.000 dólares al mes se entrenaba y se vivía con algunos de los mejores especialistas del país. Así que le dijo a Vanessa que le pagaría eso hasta los Juegos.
Vanessa tiene un marca de 51.50 en los 400 metros, que le sirvió para ser la campeona de la conferencia Pac-12, pero está muy lejos de, por ejemplo, los 49.26 que marcó Allyson Felix el año pasado, la reina de la distancia y también norteamericana. Es por eso que su objetivo no es tanto entrar en las tres seleccionadas para competir de manera individual sino ser parte del releve 4x400.
Sea cual sea el resultado, lo que ha demostrado Marvin es un gran amor fraternal por su hermana Vanessa. Y también que el dinero ganado con su profesión se puede gastar de manera diferente al clásico de mansiones, cochazos y juergas. O, al menos, en algo más que eso.