NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

GOLF

¿Qué le pasa a Jordan Spieth? "Las cosas han cambiado"

A tres semanas del Masters de Augusta, el número uno del mundo no atraviesa su mejor momento. "Estoy preocupado por él", dice Day.

Actualizado a
Jordan Spieth, en el Valspar.
SAM GREENWOODAFP

A falta de tres semanas para el Masters de Augusta, aparecen las primeras dudas (de la historia) en torno a Jordan Spieth. El texano, que arrasó en 2015 con Masters, US Open y FedEx Cup, lleva un rendimiento poco habitual en él en los últimos cuatro torneos. Ha firmado un 21º, un corte fallado (en el Northern Trust), un 17º y un 18º, con alguna vuelta de 76 o 79 golpes. El robot apisonadora da síntomas de que es humano.

Sus números no son malos, incluso serían buenos para cualquier golfista de alto nivel, pero Jordan, un tipo aparentemente sereno, confiesa que está “luchando” para gestionar la expectación que genera en los campos. “Las cosas han cambiado. Ahora sales a jugar y hay mucha gente viéndote y tienes un mal día y hay que responder a todos, atender a la gente…. Si no, te ganas mala reputación. Pero por otro lado, ¿no es bonito tener fans y servir de ejemplo?”.

El número uno del mundo, a sus 22 años, sacó carácter la pasada semana en el Valspar, cuando respondió en redes sociales a varios aficionados que habían criticado su juego (uno dijo que su wedge era “una basura”). Luego reflexionó: “No debo de entrar en eso. Siempre habrá gente a la que no le guste mi juego y yo debe de tener confianza en lo que hago y saber que habrá quién me apoye. Estoy tratando de salir con una mayor sonrisa al campo. A veces soy demasiado intenso”.

Jason Day, uno de sus mayores rivales y ganador del último PGA Championship, reconoció estar “preocupado” por su amigo Spieth. “No sé si ha estado disputando demasiados torneos en los últimos años, puede quemarse y pasar un bache… Ha jugado mucho golf”, dijo el australiano, que intercambió en 2015 el número uno del mundo con Spieth, que podría acallar todas las dudas fácilmente: con otra chaqueta verde en Augusta.